viernes, abril 30, 2010

A la noche se le fue la mano

Estar, otra vez, pegada a tu espalda, besando despacio, con roces leves el borde de tu nuca. Acariciar apenas con las yemas de mis dedos tu cara, tu cuello, el contorno de tu hombro y bajar por el costado de tu cuerpo erizando tu piel hasta llegar al punto exacto en que las cosquillas son casi tan fuertes como el disfrute. Entonces, acercar mi mano completa en tu cuerpo, alejarme apenas y dedicarme a recorrer, primero con mis manos y después con mi boca tu espalda completa hasta que decidas que es el momento de mimarme a mí pero sin despegarnos. Que por un rato no haya más tiempo ni exista otro mundo allá afuera.

Que no haya entre nosotros nada más que esa mínima distancia posible separándonos... o juntándonos.

jueves, abril 29, 2010

Laborales

1- Lo mejor de ser una desharrapada, desalineada y destartalada es que cuando aparezco un día con un poco de rímel y delineador causo sensación.

2- En la versión ampliada de mi equipo de trabajo hay un flaco que me tiene terror. No sé cuál es el problema pero cada vez que le hablo, lo saludo o lo cruzo por un pasillo se pone pálido y se esconde y si tiene que hablarme juraría que tiembla.

3- No es que yo no le encuentre el ritmo a mi trabajo, es que mi trabajo no tiene ritmo. Durante dos horas tengo que hacer 15 cosas todas juntas, todas urgentes y después, la nada misma.

4- Frente a la puerta de la oficina de al lado hay una araña aplastada, completamente muerta pero con forma de araña. Cada vez que tengo que pasar por ahí sufro. Y no, no puedo patearla, demasiado que logro controlarme lo suficiente como para pasar.

5- Otro compañero de trabajo se dio cuenta recién hoy de que me corté (mucho) el pelo. No sé si es efecto del maquillaje o si este chico es más despistado de lo que parece. No me quejo para nada.

Un cumplido nunca viene mal.

miércoles, abril 28, 2010

Más allá del límite

Hace ya un tiempo empezó el deterioro. De repente me importaste cada vez menos, disminuyó el interés que me generabas, fue menguando mi cariño, detecté, de a poco, detalles y actitudes que no me agradan pero, al fin y al cabo esta no es una relación en absoluto amorosa. Un día flaqueó mi confianza. Ahí sí entramos en un terreno peligroso. Sin embargo, recién hoy llegó el punto de inflexión. Hoy perdiste mi respeto.

Una pena, no conozco a nadie que haya vuelto de ahí.

martes, abril 27, 2010

Como una pared

No importa cuanto lo intente. No interesa cuanto saber científico o mnemotecnia aplique. Mi cerebro no registra, de ninguna manera, algunos datos. Para mi cabecita de tuna hay cosas que no responden a las leyes de la vida y por eso tengo que pensarlas, hacerlas concientes una y otra y otra vez. Si me preguntás rápido, sin repetir y sin soplar, te digo que...

... la miel no engorda
... Lucía, Sofía y María son nombres bisílabos
... 9 es número primo y 26 es múltiplo de 4


Sé que no es así pero insisto en olvidarlo.

lunes, abril 26, 2010

Así como me ves

Lo bueno, lo fantástico, lo maravilloso de salir al mundo y encontrarme con gente en la vereda, en la panadería, digamos, ahí afuera es que probablemente vuelva a casa con esta tranquilidad incomparable de la verdad confirmada.

¡Soy una persona muy normal!

De zigzagueos y semblantes

No por el desgano y la desaprobación. No por el desamor y la vida de hacerse daño. No por los errores o los desaciertos. Ni siquiera por la chispa o la impunidad. O quizás sí, por todo eso si es que viene de la mano de esa capacidad casi altanera de no dejarse destratar por un tipo que cree que se las sabe todas y le debe lealtad a otro tipo (que no se tiene lealtad a sí mismo). Quizás no, quizás sólo por lo burdamente poética que suena la escena, alguna vez me gustaría ser una de esas mujeres que, aún sin dar la talla para un itinerario de dos cuadras en línea recta, no se amedrenta ante un ¿tomaste mucho? socarrón e inquisidor.

Pagame una ginebra - dijo adelantando el mentón

Juan Sasturain | Arena en los zapatos.

viernes, abril 23, 2010

Plan de acción

No es que estoy vieja, no es el frío que parece que reaparece, no es que no me guste salir, no es que las pocas ganas de maquillarme me limiten (porque, claramente, salgo a cara lavada y sanseacabó). No es que ya no esté para boliches, es que los boliches ya no están para mí.

Sobradas muestras hay en mi historial de que si me gusta el lugar me tienen que pedir gentilmente que me retire o ayude a barrer. Sin embargo, desde hace ya un buen tiempo eso no sucede. ¿Por qué? nos preguntamos Hermana y yo. Sencillo. Porque en mi ciudad no hay un endemoniado lugar en el que sepan poner música. Y ni siquiera hablo de enganchar (que va, eso es mucho pedir) sino seleccionar más o menos los temas que compongan una buena lista para tomar fernet.

Quiero un sucucho. Quiero llegar, sentarme en una banqueta, tomar algo, escuchar buenas canciones, charlar un rato con amigos, con conocidos y con desconocidos también. Quiero rock nacional e internacional, quizás algo de pop, algún que otro clásico, un rato de reggae... y a por ello vamos.

Como nos falta música y nos sobra descaro, con Hermana hemos resuelto solucionar el tema. La idea es simple. Atacamos el pub sus amigos. Ni bien llegamos, alguna (que seré yo) se arrima al flaquito de la pc y entrega un cd cuidadosamente armado al grito de poné esto y hasta que no me haya tomado tres vasos no lo cambiás. Con una sonrisa, por supuesto.

Ahora nos queda la labor de armar un par de listas copadas y variadas, porque no podemos poner todas las veces el mismo cd. Entonces, te invito a jugar al dj. ¿Nos ayudás a enganchar temas copados?

Empezamos así...



¿Cómo sigue?

jueves, abril 22, 2010

Esto de ser la hermana menor

¿Tenés pesadillas? -me dijo- Es porque está abierto el ropero. Mirá, encerramos los malos sueños ahí y ahora podés dormir contenta.

Por eso desde mi infancia el placard pasa las noches con las puertas cerradas.



Abracadabra,
curandera mi palabra,
todo mal pone bien,
sana del odio y vacuna también.
Abracadabra,
siga la pata en su cabra,
girasol, alhelí,
la mariposa besó al colibrí.

Silvio Rodríguez
Abracadabra | Silvio

miércoles, abril 21, 2010

Hormiguita por tu espalda

Intentando entender a r.- un hombre sin cosquillas.

En el mundo existen dos clases de personas que experimentan cosquillas y dos de las que no. Aclaremos, eso sí, que los primeros realmente las sienten, su cabeza de hecho decodifica el impulso. Además, existen personas que varían su categoría según el momento. Ahora sí, así se divide el mundo.

Cosquillosos:
nerviosos: están absolutamente incómodos con el contacto físico con la otra persona y las cosquillas son una respuesta del cuerpo socialmente aceptada para poner la distancia necesaria sin pecar de groseros.
mimosos: determinadas caricias les generan un intenso hormigueo agradable (que aumenta según la situación) que genera una reacción exagerada como forma de demostrar que ese mimo ¡es un golazo!.

No cosquillosos
insensibles: han perdido (o nunca tuvieron) real contacto interior con su propio cuerpo y son inmunes a los efectos (agradables o desagradables) del contacto de su piel con cualquier estímulo cariñoso.
relajados: tienen la particular capacidad de imponer la distancia necesaria de los roces indeseados y de distender el cuerpo al disfrute cuando las caricias son las anheladas.

Y vos, ¿cuál sos?

martes, abril 20, 2010

Morosa

Ayer, de camino a tomar el colectivo, pasé corriendo por el kiosco. Pedí dos atados de cigarrillos con el billete listo. Diez besos, dijo el flaco. Cual autómata extendí el brazo para entregar el pago y agarrar mis puchos. No, no... diez Besos repitió el galancete exagerando la b con sonrisa pícara. Caminando en retroceso tiré 5 besos al aire y dije te debo el resto mientras giraba. No te olvides de saldar tus deudas, alcancé a escuchar mientras me alejaba canturreando en plena sonrisa.

Las mismas cosas que a veces ofuscan, otras veces alegran.

lunes, abril 19, 2010

Para que quede constancia

Existió esa época. Hay, en el mundo, unas cuantas personas que podrían atestiguar que esos años fueron reales. Hubo un momento en que yo tenía otra vida. Fueron los tiempos de dormir de 5 a 11 de la mañana, de cursar de noche, de vivir según mi propio cronograma.

En ese entonces estudiaba y tenía un novio en otra ciudad de otra provincia y vivía con mis hermanas en un departamento en el noveno piso con plantas adentro y afuera y tenía ganas de ir de boliche varias noches seguidas. En esos años usaba tacos muy altos y pantalones mucho más ajustados y remeras de espalda descubierta y también me ponía más seguido las pantuflas y el rotoso pantalón de entre casa y una remera con tantos años que no podía disimularlos.

En ese momento cocinaba todos los días y tenía una lista del super siempre lista y el freezer en orden y los elementos indispensables para una comida a mano. Tejía y emparchaba remeras y cosía botones y me inventaba polleras con retazos de tela y leía muchos más libros y teníamos siempre algún nuevo encuentro del torneo de teg y preparaba pizzas caseras para todos y hacía tortas sin batidora y amasaba pastas y hacía pan para tener calentito y recién sacado del horno. Y todo eso se sentía bien.

Hubo una época en la que yo tenía energías. Creeme, existió.

sábado, abril 17, 2010

Arbitrario déjà vu

Las mujeres vivimos determinadas situaciones al menos tres veces. Cuando las imaginamos, cuando de hecho acontecen y cuando las recordamos (probablemente en charla minuciosa con alguna amiga).

Por lo general, ninguna versión se parece a la anterior.

viernes, abril 16, 2010

De la obligación de estar alegres

Esta semana resolví ser feliz. Sí, sí, totalmente impuesto. Me dije a mi misma vamos a ser felices pase lo que pase. Te digo, me pusieron a prueba. Procuraron hacerme flaquear, intentaron desviarme de mi convicción, pretendieron despegarme de mi postura. Estuvieron casi a punto de lograrlo pero mi determinación fue mayor. Felicidad elegida, impuesta, protegida a capa y espada, con uñas y dientes (y así, cientos de lugares comunes). Esta semana di batalla en defensa de mi alegría y me salió bastante bien.

Y como todo esfuerzo tiene su recompensa (¡como vengo con la frases trilladas!) hoy estoy contenta. Se termina la semana, está fresco, dan ganas de salir a caminar por el solcito, dan muchas ganas de tomar café con leche, de bailar con la taza en la mano, de muchos mimos (y no de los santos) y de cantar a los gritos porque, ¡eh!, al final la alegría es un territorio que vale la pena conquistar...

Y yo, hoy, planto bandera acá.

jueves, abril 15, 2010

¡Ni me conocés!

por una anécdota de V.


Si hablamos 3 veces con suerte y ni siquiera nos juntamos a tomar una cerveza, un mensaje a las 2:30 de la mañana enfurece. Eso sí, si el mensaje dice te necesito... asusta (y espanta).


miércoles, abril 14, 2010

Yo con vos

Estuve conversando conmigo misma un rato largo y no. No hago planes compartidos para la próxima vez que nos veamos en un intento inconsciente de tener excusas para encontrarnos nuevamente.


Es, simplemente, que no dejo de tener ganas de hacer cosas con vos.

No me venden nada

No, no soy feliz cuando uso toallas femeninas.

No, no voy a usarlas excepto en los 5 en que es indispensable.

No, no voy a ser feliz en esos días.

¡Qué publicidades tan idiotas!

martes, abril 13, 2010

Desequilibrio matemático

¿Por qué hay personas que entran a una pareja enteras, completas, con su vida hecha y funcionando y salen sin poder encontrar los dos tercios que se desintegraron en el camino?

¿Ese es el resultado de haberse enamorado hasta la médula? ¿Es, entonces, que no me ha sucedido? ¿Imaginé o sobre dimensioné mis amores? ¿Eso es el verdadero desamor? ¿Eso es el verdadero amor?

Si es así, creo que prefiero la ignorancia.

lunes, abril 12, 2010

Haceme caso


Nunca pero nunca, nunca, jamás hagas una pregunta si no estás en condiciones de ponerle el pecho a la respuesta.

Teología atea

Hermana
... bueno, eso, eso del Dalai Lama. Está metida en algo de eso con la alfombrita...

Madre
¿Anda por ahí de anaranjado tocando los chinchines?

Hermana
pero esos son los hare krishna, ¿no?

Madre
y buenos, ¿los hare krishna no son del Dalai?

Hermana
No tengo ni puta idea. Estos que yo te digo tienen una alfombra blanca y cantan.

Madre
Y bueno, cantan y andan de anaranjado... ¡son hare krishna!

Hermana
¡No! Lo de anaranjado lo agregaste vos... Estos son mahometanos. No, no, ¿cómo son los de buda? Eso, budistas.

Madre
¿Y esos no son los hare krishna?


¿Escuchaste hablar del desconocimiento circular?

viernes, abril 09, 2010

Adivinador adivina



Dale play. Es viernes y estoy contenta y el mundo vuelve a ser un buen lugar. Hace horas que canto y bailo. La gente me da vueltas por alrededor con apuro, con enojo, con despelotes o con sonrisas. Yo estoy así, divertida y radiante y sigo riéndome sola de cualquier cosa desordenada que piensa mi cabeza.

Café: estoy absorbida por un juego en la pc.
(Ex) contacto: no me gustan los juegos ni las apuestas.
Café: yo no apuesto pero adoro jugar.
(Ex) contacto: el que juega siempre apuesta a ganar.
Café: esa es una forma de ver la vida...
(Ex) contacto: como sea, no me gusta jugar.

No me gusta la gente que no juega. Desconfío de los que no saben perder. Me aburro, inevitablemente, de quienes no disfrutan de jugar.

Otra vez adivinanzas. Acá quedan las iniciales de las palabras que componen una frase. Nadie (excepto el autor que nunca lo dijo) sabe a ciencia cierta cuál es la oración. Acá lo importante no es saber, sino inventar.

Las letras
t a t m i t c s f

Yo dije
todo, absolutamente todo me importa tres cominos, soy feliz
tanta alegría trasnochada me indicó tremendos caminos sin frenadas
tropezamos, abrimos techos, murmuramos imitando terremotos casi sin furia
terminamos abrazados, todos mirando insistentemente tamañas colinas serenas, firmes.

¿Vos qué decís?

jueves, abril 08, 2010

Lo siento en tus manos, lo huelo en tu boca

No soy bruja, no tengo bolas de cristal ni oráculos buchones, no leo mentes ni soy detective privada. Soy extremadamente detallista en las relaciones humanas. Así, detecté las infidelidades por las variaciones en las formas de besar, descubro las mentiras por pequeñas irregularidades en el accionar cotidiano y sé, aún sin haber hablado (o quizás por eso) cuando algo cambió. No te persigas cuando pregunto. No intentes evadirme con ataques insulsos. No trates de tapar algo que ya está a la vista. Prefiero cualquier certeza antes que mi cabeza tramando explicaciones probablemente inverosímiles pero, además, hay algo fundamental que aprendí hace rato.

La inseguridad, solita ella, puede ser causal de separación.



Lo siento en tus manos
tus caricias me han robado,
lo huelo en tu boca
esos besos ya son de otra.
Quien será esa infame
que no deja que yo te ame
si yo la encontrara
le partiría esa cara.
Estoy, hasta la coronilla,
tú no eres mi media costilla
ni la octava maravilla.

Aterciopelados
Bolero falaz | El dorado

miércoles, abril 07, 2010

Coscorrones y chaparrones

Suena la alarma de las 3 de la mañana. No entiendo nada. Manoteo un calmante y un poco de agua. Mi cabeza endemoniada canta, a los gritos, como si ya empezara el día, un tema que creí desconocer de Ricardo Montaner. Ssshhh, calma. Me paso la mano por la cara, por el pelo para serenarme. Me sofoco, me congelo y vuelta a empezar. Vuelvo a dormir, vuelvo a despertar. Me consulto a mi misma si quedarme en la cama o trasladarme al sillón a mirar televisión. Recuerdo que es miércoles, 5 de la mañana, nada en ese aparatejo puede valer el desplazamiento. Giro, me quejo, giro, me quejo, giro, me quejo. Me duermo. Me despierto desorientada 20 minutos después del sonido del despertador. Saltaría de la cama pero no, nonono, no puedo, no quiero, quiero quedarme ahí acovachada y llorar. Me reto. Estás grande, carajo, levantate y vamos. Saco un pie, después el otro, dejo caer las piernas, me siento y recién ahí escucho a mi cabeza. Ahora la muy condenada canta Emanuel Ortega.

Yo merezco un golpe contundente.
El mundo merece un diluvio universal de patadas.

Y no, no voy a poner la canción, necesitamos buena música (mi cabeza y yo).

martes, abril 06, 2010

Naif

Una: ¡nena! ¡¡¡te sacaste varios años!!!

Otra: uh... antes eras una leona salvaje y ahora una criaturita de dios.

Definitivamente mi nuevo corte de pelo me aniña.


lunes, abril 05, 2010

Soñar con los pies

Me despierto muy tarde (a horario vacaciones) y antes de salir de la cama bailo y él sonríe. Cocino en medias y bailo y él sonríe. Abajo de la ducha canto despacito y bailo y él sonríe. En un encuentro trasnochado con otras personas o en medio de una librería o caminando por la calle o charlando pavadas, suena una canción y bailo y él sonríe. No sé si soy adorablemente payasa o ridículamente graciosa. No importa.

Yo bailo y él sonríe y me dan más ganas de bailar.



quiere estar en la ventana
y le dice al que sea dejame bailar

NTVG
Cosa linda | Sólo de noche