jueves, diciembre 30, 2010

Obstinada


Soy una persona de empecinada propensión a la alegría.


miércoles, diciembre 29, 2010

Presente imperfecto compuesto

Subo al auto, giro la llave, doy arranque y en mi cabeza se disparan las imágenes y las sensaciones de otro día, otro momento en que encendí el motor, cuando pasaban otras cosas, cuando pensaba en otros temas hasta que el sonido de la otra puerta me distrae y el recuerdo se adormece. Recorremos calles que conozco, esquinas que podrían recapitular tantos momentos de mi vida, rincones que cambiaron y otros que no variaron en lo más mínimo. Freno, cambio de lugar para abandonar el rol de conductor en un movimiento tan habitual que está completamente habitado de otros momentos. Revuelvo la cartera y cada encendedor, cada birome, cada estuche de anteojos deja en mis dedos remembranzas de otros episodios que casi parecen de otra vida. Bajo en la misma panadería a pedirle los mismos bizcochos a la misma mujer que ya sabe qué llevo y en qué orden prefiero que estén en la bolsa y el aroma a pan cocido en horno a leña me convierte en nena otra vez. Vuelvo al auto, enciendo la radio, conecto el pendrive, canción tras canción tras canción, recuerdo tras recuerdo tras recuerdo. Viajamos, llegamos, saludamos, compartimos, escuchamos, comentamos, caminamos, nos abanicamos, nos depedimos, subimos al auto, cargamos combustible, desandamos el mismo camino, nos sentamos en la esquina de siempre a tomar la cerveza de siempre que nos trae un mozo que sabe qué ingredientes nos gustan más. Durante toda una jornada el momento actual y las sensaciones de pasado se superponen ante mis ojos, sobre mi piel, en mis oídos.

Cada retazo de presente activa recuerdos, revive memorias, despabila remembranzas. Cuando nos caímos en bicicleta y quedó esta cicatriz en mi rodilla derecha, la primera vez que me sentí linda, la última vez que me sentí tan sola, el primerísimo primer beso, los que vinieron después, los basta, las penas, los abrazos de amigas, los mates en ese banco, las horas de conversación por teléfono, la hoja de árbol que durmió en un folio de todo mi quinto año porque la había encontrado una gran amiga, los ejercicios de improvisación, el pulóver morado precioso que me abrigó durante años, el primer gran papelón de mi vida, la lluvia por adentro y por afuera de mi cuerpo en esa tarde de despedida, las bailarinas de la vereda, los picnics, las salidas, la bendita noche en que finalmente esas sandalias me abandonaron y terminé la velada descalza, el pibe de los bombones dos corazones a la salida del sanatorio, el bartender que me cuidaba poniéndole mucho jugo al destornillador, las calzas con camisas gigantes de principios de los noventa, mis pantalones anaranjados, las caminatas, las charlas, las horas de estudio, la lamiqueta del fondo del mar, las miles de chacareras con tan pocas zambas, las horas pegando afiches de colores para semejar banderas, los globos de la memoria cerrando esa ceremonia, mi primer intento de construir futuro. Y cada situación de hoy y cada recuerdo de ayer, me llenan de ganas y de intriga y de antojos de mañana.

Es que algunos días los tiempos se superponen de manera increíblemente poética.



Como gasto papeles recordándote
como me haces hablar en el silencio
como no te me quitas de las ganas
aunque nadie me ve nunca contigo
y como pasa el tiempo que de pronto son años
sin pasar tú por mi, detenida

Te doy una canción
si abro una puerta
y de las sombras sales tú,
te doy una canción de madrugada
cuando mas quiero tu luz,

te doy una canción
cuando apareces
el misterio del amor
y si no no apareces
no me importa
yo te doy una canción.

Si miro un poco afuera me detengo
la ciudad se derrumba
y yo cantando
la gente que me odia y que me quiere
no me va ha perdonar
que me distraiga,
creen que lo digo todo
que me juego la vida
porque no te conocen
ni te sienten.

Te doy una canción y hago un discurso
sobre mi derecho ha hablar,

te doy una canción
con mis dos manos
con las mismas de matar,
te doy una canción
y digo patria
y sigo hablando para ti,
te doy una canción
como un disparo
como un libro
una palabra
una guerrilla...
como doy el amor.


Silvio Rodríguez
Te doy una canción | Antología

martes, diciembre 28, 2010

ns/nc

Café: si le seguís hablando así lo de futura ex esposa va a acontecer pronto...

Él: ¡pero que se vaya! Le estoy diciendo que estoy a 300 km, que llego a la noche, que tenemos un cumpleaños y me dice 'hoy sí o sí hay que armar la pileta'. ¿Qué quiere que haga? ¿Cómo se supone que me alcance el tiempo?

Café: no, a mi no me preguntes. ¿Querés saber por qué yo no tengo marido ni armo pileta?

Es que la gente no aprende a seleccionar las fuentes de información.

lunes, diciembre 27, 2010

Fuera de contexto

Y el Andrea del Boca de oro va para...

¡Ah, no, yo ahora me dedico a plantar crotos!

En la vida en general, como regla básica, no toco bichos.

Da igual, mientras tenga la medida ya está.

Y bueno, algunas lo visten de médico, ella lo disfrazó de primo.

Ah no, chicas, si no tienen dos limones no entran.

Con el encaje me conformo.

Yo soy blanquita pero blanquita dura.

Todo con las mejores intenciones.

viernes, diciembre 24, 2010

Este día, esta noche

Reconciliate con tus ganas, ponete una ropa que te haga sentir irresistible, picoteá cosas ricas y disfrutá del placer que te provoquen, brindá como si no hubiera motivos para no hacerlo, bailá, reíte mucho de todo (especialmente de vos), alivianá la tensión entre los omóplatos, sacate las ganas de abrazar, distendé las manos, dejate tentar con un trago rico, aflojá la garganta, aprovechá para hacer muchas ridiculeses, olvidate de las penas por un rato y retrucá cada risa con una carcajada.

Que este día y esta noche sean la excusa ideal para contarnos que el mundo, al final, es un buen lugar.

¡Salú!




Sueña un sueño imposible
Sueña un sueño imposible

Sumo
Noche de paz | After chabón

jueves, diciembre 23, 2010

Que forma de mentir

En las calles siguen apareciendo baches

Las uñas crecen permanentemente

Los dientes no son autolimpiantes

La mayoría de las veces llueve el fin de semana

La publicidad ambulante todavía existe

La telequinesis sigue siendo tema de ciencia ficción

Todavía nadie inventó los ovarios desmontables

Los pelotudos todavía no vienen con indicador luminoso incorporado


Y tienen el tupé de decir que la ciencia avanza.
Hay que ver.

miércoles, diciembre 22, 2010

Terca armadura


Hay personas a las que definitivamente no les entran las balas.

Y no lo digo en el buen sentido.

martes, diciembre 21, 2010

Imputabilidad emocional

Estoy harta de la gente que necesita culpar siempre a los demás. Estoy cansada de las personas que no tienen capacidad de autocrítica. Me molestan, me ofuscan y me agreden los seres que no se sientan un minuto a hacerse cargo de sus propios errores, características o actitudes. Estoy esgunfiada de escuchar una y otra vez la misma cantinela porque puede que te haya tocado encontrarte con una persona jodida pero vos, como mínimo, te quedaste ahí. Y no está mal haber pifiado, el problema es la crónica incapacidad de admitirlo. A ver si nos vamos entendiendo.

¿Viste esa pareja o historia que te incluía y se terminó? Bueno, vos tuviste algo que ver con que exista y algo que ver con que acabe. Fijate, analizalo, pensate. En algún lugar está eso que hiciste o fuiste y que podés modificar, mejorar o, al menos, reconocer. Entendelo, el plazo para enojos irracionales caduca y llega un momento en que deberías ser capaz de reconocer qué parte jugaste en esa partida.

¿Tus amigos se van alejando sistemáticamente de vos? Noticia de último momento. Vos también tenés que ver con eso. Porque una cosa es que una o dos o varias personas se desubiquen, te malinterpreten, deliren pero otra es pensar que todos están arruinados, son malos o no saben querer y vos sos la pobre víctima de los males ajenos. Me asqueás.

Si no querés hacerte cargo de tu vida, allá vos pero, por favor, evitame el mal rato de escuchar excusas cobardes.

lunes, diciembre 20, 2010

Ya no se puede confiar en nadie

Uno: no, si te subís al auto de fulano corrés el riesgo de no llegar.

Otro: sí, corrés el riesgo de no llegar... virgen al matrimonio.

Ella: ¿Sólo el riesgo? En este país ya nadie da certezas.

Así nos va.

jueves, diciembre 16, 2010

Sintomatología de insubordinación

1- Tu jefe reclama por un error ajeno y vos lo mirás a los ojos, elevás los hombritos y te vas.

2- En plena conversación con los jefes largás un bueno chicos, vamos cerrando este tema.

3- Sos incapaz de tratar de usted a nadie.

4- Ante un no nena, volvé mañana te sentás en el lugar de trabajo de esa persona con cara de sota en claro mensaje de no me muevo hasta que lo resuelvas.

5- Más de uno de tus superiores tartamudea cuando tiene que darte una orden directa.

Si cumplís con más de 3 de esos puntos, tenés serios problemas para reconocer la autoridad.

miércoles, diciembre 15, 2010

Si no me lo decían ni lo notaba

1- Normalmente, si no recuerdo una palabra, un nombre, un título puedo decir con seguridad la inicial.

2- Tomo todo amargo. No me gusta agregarle azúcar al café, al te, al mate o a nada.

3- Tengo el hábito de anudar los envoltorios de las golosinas después de comerlas.

Sé que morías por saberlo.

martes, diciembre 14, 2010

Escasez de vocabulario

No quiero que te parezca importante porque quiero que te parezca importante. Sólo quiero que te parezca importante.

Se entiende igual, ¿no?

lunes, diciembre 13, 2010

Carcajada sideral

¿Te acordás cuando dije que este iba a ser un gran año?


¡Ja!


Vení, dale, riámosnos de mí.

viernes, diciembre 10, 2010

Cesación de hostilidades

Esta profesión que tengo, estos trabajos que cumplo, estas ciudades que habito. Mi casa, mi ropa, mis cosas, mi pelo, mis pies, mi rutina. Mis preocupaciones, mis inseguridades, mis cansancios, mis enredos, mis mil pensamientos amontonados, mi angustia. Esta semana no quiero nada de esta vida mía. Pienso, entonces, que diciembre le está haciendo honor a su fama y me maltrata. Pienso, entonces, qué cosas voy a cambiar, cuáles voy a intentar y cuáles prefiero conservar.

Porque, ¡eh!, entre todo lo que soy y lo que tengo están mis afectos, mis carcajadas, mis bailes preparando el desayuno, mis polleras con flores pasadas de moda, la sensación del pasto en la planta de mis pies, los abrazos que doy (de oso, cruzados, nudo, medio upa) y los que recibo, el sinfín de recuerdos bellos y de antojos placenteros y de personas y de momentos y de música que salvan días y mejoran vidas. Pienso, entonces, que necesito una tregua conmigo misma. Pienso, entonces, que, al final, está bastante bueno ser esta que soy.

¿Vamos a pasear?

jueves, diciembre 09, 2010

Todavía

Me provoca mucho placer preparar una rica cena.
Me alegra festejar los cumpleaños ajenos.
Me encanta elegir, envolver y entregar regalos.
Me debato entre colgar globos y guirnaldas.
Me parece que falta algo si no hay torta con velitas.

Todavía disfruto de esos momentos como si fuese una nena.

martes, diciembre 07, 2010

10 segundos de delay

Flaco
(con media sonrisa, voz grave y ceja levemente levantada)
¿Estás tanguera?

Café
(con la expresión más naif que puedas imaginarte)
No, hoy justo se me dio por cantar zambas.

Y me lo tuvo que explicar.
Irremontable.


lunes, diciembre 06, 2010

Diferentes formas de cerrar las puertas

No sé si es porque sucedió muy temprano a la mañana o porque tengo esta tendencia irrespetuosa a quedarme pensando nimiedades. Sin embargo, ante un cartel que dice por favor, cierre la puerta con la mano empieza la cuenta mental. Cada día abro y cierro las puertas con codos, pies, rodillas, hombros, espalda, antebrazos, mentón y el histriónico golpecito de cadera.

Dado que el cartel no está en mi puerta y que la originalidad no es mi característica principal, sospecho que somos muchos los que obramos igual.

viernes, diciembre 03, 2010

Pausa

Y caminar bailando una canción contenta y descalzarme y que se me vaya deshilachando el rodete del pelo y deleitarme con el viento refrescante y las nubes que amparan y disfrutar de la tela de la pollera cosquilleando mis rodillas y acostarme boca arriba a sentir como toda mi espalda se relaja contra el piso y reírme a carcajadas con la boca, con los ojos, con la cara, con el cuerpo y tomar jugo de naranjas recién exprimido y cantar con los hombros distendidos y jugar con los dedos de los pies.

Y cuando se termine la canción, darle play y volver a empezar.


Camina y va dejando un vendaval,
Y el viento se le enreda entre los pies.
Sus ojos siempre dicen la verdad,
Sus piernas son un fuego que quema de placer.
Y dicen que hay lugares donde el sol,
No sale sino encuentra a esa mujer.
Para vestir su cuerpo de calor,
Y acariciar su espalda alguna vez.

Fabián Gallardo
Estoy hablando de ella | Debajo del agua

jueves, diciembre 02, 2010

Canciones pasadas por agua

Según la leyenda familiar, la primera canción que se me escuchó entonar efusivamente fue Pedro canoero de Teresa Parodi, por allá por las épocas en que personalizaba las letras y, entonces, mi estribillo decía algo como Pedro teme Pedro sigue sigue el agua. Por suerte tenía esa edad en la que todas las payasadas resultan simpáticas y adorables.

Esta mañana me despertó una canción impresentable seguida por un listado de temas cuya calidad, aunque parezca imposible, iba decayendo abruptamente. Sin embargo, junto con la lluvia me empapó el espíritu litoraleño y me encontré cantando otra canción de la correntina que hasta hace unas horas ni siquiera recordaba. Me llevó un buen rato dar con la interpretación ansiada, esa que trae imágenes de viajes y paseos y toda la familia en el auto.

Es que mi memoria archiva versiones exactas y mis antojos tienen mucho de añoranza.



Y entonces sabe por qué
Se puede seguir soñando
Se puede, se puede
Se puede, se debe
Se debe, se debe
Se debe, se puede.

Teresa Parodi
Se puede | Mbae pa reico chamigos

miércoles, diciembre 01, 2010

Mi tolerancia tiene el techo cada vez más bajo


Necesito un auto, un departamento, una gomera o un casco de astronauta con doble vidrio y almohada incluida.

Los colectivos de la tarde son, definitivamente, el infierno mismo.