miércoles, enero 27, 2010

Comedia casera

De piba fui novelera. Siempre tenía alguna historia para seguir a la tarde con mis amigas mientras tomábamos mates. Me colgaba durante meses con las idas y vueltas de la pareja principal, con sus encuentros y sus traspiés. Después, abandoné las telenovelas y me aboqué a las de la vida real.

Durante años formé parte activa o fui simple escucha cotidiana del derrotero de cada una de mis amigas con su muchacho del momento. Sacamos conclusiones, inventamos historias y, es verdad, en más de una oportunidad inventamos parejas mirando la pista del boliche. Algunas se concretaron, otras no.

Recientemente participé del encuentro de un amigo con una mujer que le encanta. Escuché, aconsejé (¡qué tupé!) y (que quede entre nosotros) inicié las charlas entre ellos. Porque sí, porque me encanta detectar dos personas que se harían bien y ver cuando descubren la manera de reunirse.

Ahora me quedé sin novelas. Mis amigas y amigos están emparejados (o emparejándose). Ya no queda mucho por inventar, ya no hay minuciosos relatos de citas y diálogos y yo ¡extraño ese ritual! Entonces te propongo un juego.

En este mundillo virtual que transitamos todos hemos dicho, alguna vez, 'le tiene ganas' leyendo un comentario. Vimos o leímos parejas formarse. ¿Te animás a contarme quienes creés que deberían estar juntos? ¿Hay alguien que te atrae en particular? No te preocupes, no me voy a meter, no soy buena celestina pero ¡necesito novelas!

Quedan a disposición los comentarios y el correo electrónico.
¡Espero novedades para mi regreso!
Desde ya, muchas gracias.

domingo, enero 24, 2010

Máxima arbitraria 45

Finalmente alguien se animó a mandar una máxima para agregar a las mías.


Hermosa es aquella persona que en tu momento de máxima vulnerabilidad te da un mínimo de afecto.


¡Gracias Eze!

jueves, enero 14, 2010

Incívil de vacaciones

Seamos sinceros, hay gente que nació para la civilización. Personas que no se despeinan jamás, que siempre tienen las sandalias impecables por más blancas que sean, que llevan perfumes en la cartera, que adoran los semáforos y detestan que les quede el collar marcado en el bronceado. Admirables personas capaces de aparecer espléndidas para cada situación. Yo no soy así. ¡No me sale!

Entonces, no sé por qué quiero ir en contra de mi naturaleza. Yo realmente tendría que dejar de renegar con algunas cosas y empezar a renegar con otras. Debería ponerme un Chez Michou en la playa, hacer sánguches y crepes, vender licuados y cerveza y caipirinhas, llevar buenas bandas para que toquen en vivo y vivir en patas... y ser feliz. Definitivamente, no entiendo por qué insisto en esto de la civilización.

Por lo pronto, hasta acá. Me doy a la fuga desde hoy y por varios días. Me escapo a mi rincón en el mundo. Me voy a meter las patas en el agua, a tirarme en una piedra en el medio de mi río, a tomar fernet desde que pinte, a dormir cuando tenga sueño y despertarme cuando mis ojos quieran y no despegarme del colchón hasta que me moleste el pecho. Me voy a pasear y a bailar sobre el puentecito del arroyo, a tomar mates mirando las montañas y a desconectarme por completo del mundo.

Hay días y lugares en los que me es más fácil ser feliz.

Cuatro al hilo

Cuarta mañana consecutiva que me quedo dormida. Si no es porque no escuché el despertador es porque ni siquiera lo activé o porque de dormida lo apagué cada 10 minutos unas 8 veces. No, claro, yo no me paso de sueño 5 minutitos, cuando me quedo dormida pasan horas.

¿No es una suerte que Amiga-socia sea así de adorable, de enorme y me tenga esta paciencia infinita?

¿No es una suerte que mañana empiece mi viaje de vacaciones?

Sí, por favor.
Sigamos pensando que quince días de descanso me van a resolver la vida.

miércoles, enero 13, 2010

La 99

En honor a mis años de flequillo triangulito y corte carré (allá por mi tierna infancia), de entre las grandes mujeres de las series de mi niñez hoy hay un lugar en el que yo, Café, soy La 99.


¡Gracias Maxwell... digo, Duende, por esta oportunidad!

Sí, soy enorme, lo sé.

Limitaciones artísticas

El arte no es lo mío. Las bellas artes menos. Todo lo que tenga que ver con dibujo, pintura (excepto la de paredes, ahí me luzco), combinación de colores, diseños y formas son áreas en las que no puedo demostrar ninguna habilidad. Ya no me quejo, hace un tiempo admití que en ese terreno soy y seré, como mucho, una buena operaria. El problema aparece, entonces, cuando me enfrento al mayor inconveniente de esas limitaciones.

En mi cabeza imagino, armo y desarmo escenas completas. Dibujos, animaciones, bocetos detallados de ideas que no podré exteriorizar de ninguna manera (al menos no haciéndoles honor). Entre mis neuronas me parecen geniales, estoy convencida de que se verían espectaculares, creo que serían un gol de media cancha pero ante la imposibilidad de someterlas a criterios ajenos sólo me queda pensarlo otra vez y concluir que quizás no sean nada extraordinario.

¡Qué difícil esto de tener que dar yo misma las diferentes opiniones!

martes, enero 12, 2010

Jornada completa

Tengo ganas de ponerme pantalones largos. Si me apurás te digo que está para ponerse medias y tirarse en el sillón entre almohadones y mirar alguna película con mates y pan fresco con manteca y dulce de ciruelas casero y más tarde, después de almorzar alguna pavada, tirarse en la cama a dormitar un rato largo sin que las sábanas te molesten y terminar la tarde con mates jugando a las cartas o al tutti frutti.

Está fresco y el mundo vuelve a ser un lugar vivible.

lunes, enero 11, 2010

Ilusiones

Yo no creo en señales. No estoy permanentemente buscando indicios externos de las decisiones que tengo que tomar yo. De hecho, creo que lo que sucede es que cuando realmente queremos hacer algo, nos parece que cualquier insecto volando es señal inequívoca de que eso es lo que debemos hacer.

Yo no creo en señales. Pero un día viene ella y me cuenta un par de detalles y me describe una sensación y yo, que sigo sin creer, de repente escucho lo que canta mi cabeza, leo un par de palabras en algún rincón y pienso que, quizás, sería mucho más fácil empezar a tenerles fe.

¿Porque, quién me dice?
Quizá (y sólo quizás) las señales y las actitudes no están tan lejos.

domingo, enero 10, 2010

Entre amigas

Sospechás que entre la bebida y la charla de la noche anterior nadie bajó las cervezas del freezer. Caminás rumbo a la heladera rogando que sea una equivocación. Abrís la puerta. Ahí están. Una congelada, otra reventada.

Triste que ante esa escena no pienses en la bebida desperdiciada o, cuanto menos, en la inversión descuidada. Muy triste que sólo se te ocurra lamentarte por el trabajo de limpiar el freezer y todas las cosas que hay en él.


¡Te merecés el cortecito en el dedo gordo!

viernes, enero 08, 2010

Mecenas

Hacer piojito es un arte y, como tal, requiere de condiciones naturales, técnica y mucha práctica.




Si tenés las dos primeras...
¡contá conmigo para el trabajo de campo!


*(para La TíaPé) piojito: acción y efecto de rascar suavemente la cabeza jugando con el pelo a modo de mimo.

jueves, enero 07, 2010

Hablando en serio

¿Por qué existen tantos sabores de helados de agua si el único que sirve para algo es el de limón?

Preludio

Caminar descalza sobre el pasto fresco, sentarme en medio de una plaza a tomar mates, disfrutar un rato más de las cosquillas de mi pelo suelto sobre la espalda, pensar en nada, cantar en voz muy bajita, charlar de la vida y del mundo y de cualquier cosa que nos venga en ganas, recostar la espalda y estirar los brazos y sentir el suelo contra cada vértebra y pedirle a esta nube amiga que se quede un rato más, que no se vaya, que no se corra, que no nos deje otra vez desprotegidos cara a cara con este sol de enero. Y así pasar el resto de la mañana y, por qué no, un poco más.



Vamos mengana usar la maravilla,
esa vislumbre que no tiene dueño.
Afila tu delirio,
arma tu sueño
en tanto yo te espero en la otra orilla.

Si somos lo mejor de los peores
gastemos nuestro poco de albedrío.
Recupera tu cuerpo
y hazlo mío
que yo lo aceptaré de mil amores.

Qué maravilla
de maravilla
la maravilla.
No hay pie de rey que mida
la maravilla.
Ni balanza que pese
la maravilla.

Qué maravilla
de maravilla
la maravilla.
No hay dinero que compre
la maravilla.

Y ya que estamos todos en capilla
y dondequiera el mundo se equivoca
aprendamos la vida
boca a boca
y usemos de una vez la maravilla.

Joan Manuel Serrat
Maravilla | Utopía
Letra: Mario Benedetti

miércoles, enero 06, 2010

El pan y los peces

Lo que creés querer, lo que te gustaría querer y lo que realmente querés son tres categorías diferentes. El desafío es mantenerlas lo más cerca posible la una de la otra. El milagro es que coincidan.




¿Quién te dijo que vos no podés obrar milagros?

Mejorame la autoestima

Amigo:
Entonces mañana nos vemos.
Ahora me voy a buscar a mi niño chico que quiere ir a la pileta con un amigo...

Café:
Ok. Beso enorme para vos y mandale un beso mío a ese niño chico tuyo.

Amigo:
Se va a poner contento, siempre me pregunta por vos.
Te admira

Café:
¿...?

Amigo:
¡Es que estás primera entre sus contactos en todos los juegos que él juega en facebook!

Café:
jajaja
Mi cielo. Avisale que es eso es por adicta y por compulsiva... ¡que no tiene que copiarme esas cosas!

Amigo:
Ya le dije, mientras también aprenda algunas de todas las buenas que tenés para contagiar, está más que bien.

Hay gente que hasta jugando nos hace sentir bien.

martes, enero 05, 2010

Mientras tanto

No, nene, escuchame. Antes o después, con más o menos lágrimas, de mutuo acuerdo o con un basta unilateral... todas las historias se terminan. Sí, las de amor también. Lo importante no es eso. Lo importante es aprender que el final no borra el hecho de que existió. Lo importante no es la eternidad sino el mientras tanto.

Me escucho a mi misma una vez más. ¿Quién me dijo que puedo dar lecciones de vida? No sé, no importa, algún día cerraré la boca. Al menos puedo intentar aprender de mis palabras. Me paro acá, en esta que soy hoy, con toda la parcialidad y la sabiduría de mirar el pasado desde el presente y repaso una a una mis historias. No en detalle. No de manera enroscada. Pego pantallazos. No quedan dudas.

De todas las personas que quise y me quisieron, de mis pocas historias de amor, vos y yo sacamos lo mejor de mí (y ojalá de vos). Y me reí hasta descoyuntarme y lloré desde los talones y aprendí a mimarte y acariciarte y recorrerte como a nadie más (y viceversa). Que manera de querernos y de hacernos bien y de bailar. No hay una vez que no te recuerde con una sonrisa ni una de las personas de mi entorno que no te nombre con afecto ni un solo reproche pendiente.

Claro, también dejamos de querernos... pero qué más da.


(No me odies o no lo escuches. Es que bailábamos lindo y era bonito su pelo negro)

lunes, enero 04, 2010

Bombucha emocional

La peor parte de tener ropa que te gusta mucho cuando recibís un baldazo de agua helada...

es que la pollera preferida queda completamente mojada.

La que solía ser

Ponele que ahora diga que es porque estuvimos 4 días de fiesta de fin de año. Es decir, 4 días de brindis y comida desenfrenados. No estoy muy convencida. Me parece que no pasa sólo por esta eventualidad.

Recuerdo que cuando era purreta empezaron a usarse los jeans tiro bajo. Recuerdo que yo me calzaba mis pantalones y las remeritas cortitas que se usaban en esos años. Recuerdo (y hay fotos de constancia) que entre mi abdomen y la tela cabía, perfectamente, un atado de cigarrillos sin generarme ni cosquillas. Me miro y pregunto.

¿Dónde está el espacio vacío entre los huesos de la cadera que solía ser mi panza?