miércoles, julio 15, 2009

Penumbra

Anoche me acordé de vos. ¿Puede esta cabeza mía guardar tantos detalles sin razón alguna? Evidentemente puede. Anoche, decía, miré el asiento vacío a mi lado y me acordé de vos que, en lo que a mi respecta, no tenés edad ni nombre ni historia excepto los que una vez inventé mirándote en penumbras en un viaje largo.

Había subido antes a ese colectivo. Me senté contra la ventanilla, como siempre, atendí el teléfono que cantaba en ese momento y me enganché en una charla de algunos minutos. Cuando giré estabas sentado a mi izquierda saludando a alguien más que pasaba por el pasillo. La verdad es que mientras vos conversabas me dormí profundamente, como duermo yo cuando viajo.

Me despertaste un rato después. Despacio, apenas me rozaste el hombro diciendo flaca, despertate en un tono casi dulce. Abrí los ojos cual tortuga después de hibernar, me los refregué con el revés de las manos (cuando podíamos hacer eso en los transportes de pasajeros sin tener que recurrir a alcohol en gel previamente) y te miré con cara de entender poco y nada. Disculpame pero las empanadas están calentitas y me dio pena que se te enfríen dijiste alcanzándome la porción mía que habías agarrado.

Comimos en silencio, mirando el principio de una película que no prometía mucho. Unos minutos después agarraste mi cajita vacía para tirarla en la bolsa cuando pasaran por el pasillo con un gesto tan natural que parecía habitual. La luz se apagó y todos los que viajaban durmieron o miraron la historia en la pantalla diminuta o escucharon música. Yo me quedé ahí un momento, escondida en la penumbra, mirándote. Algo en tu perfil me recordó a un personaje adorable de una serie que miré en la adolescencia. Me adormecí con esa imagen fantaseando pavadas.

Pensé en apoyar mi cabeza en tu hombro y charlar nimiedades y que me acariciaras la cara mientras yo jugaba con tu panza. Se me ocurrieron diálogos infantiles, de esos que comparten dos personas enfrascadas en un colectivo lleno de gente. Recordé que era precioso viajar jugando y riendo y haciéndonos mimos y me dormí sonriendo. Horas más tarde prendieron la luz del colectivo y ya no estabas. Bajaste en algún lugar entre Campana y Rosario sin que yo lo notara. El desvelo de cinco minutos me trajo otra vez a una ausencia y un puñado de antojos.

No tenías nombre para mí, no te hacía falta.



Where is my John Wayne
Where is my prairie son
Where is my happy ending
Where have all the cowboys gone

Paula Cole
Where have all the cowboys gone | This fire

26 comentarios:

Paola Florio dijo...

Suele suceder :(

Café (con tostadas) dijo...

Capitana: bienvenida! y sí, a veces pasa... pero es lindo, no?

Paola Florio dijo...

Depende el día te diría!
Un beso!

Café (con tostadas) dijo...

Capitana: excelente aclaración! Beso

Etienne dijo...

Ni un telefono, ni un mail, nada...?

Gla dijo...

Ayyyyyyy....qué linda historiaaaaaaaaa...terminó en "Continuará"...

Tasio Picollo dijo...

Igual suele pasar que otro dia te tomas otra vez un micro similar y ahi esta él... Listo, ya tenes tema para hablar y para sacar un mail/telefono...

saludos....

Florencia dijo...

Cuando mi cerebro vuelva a carburar y salga de este estado de trance en el que quedó después de leer que un perfecto extraño te despertó para que comás porque "las empanadas estaban calentitas" y le daba pena que se me enfríen.
Juro cuando mi cabeza vuelva a maquinar, vuelvo.
Ahora, esa era original eh:
"Papi, Mami, cómo se conocieron?
Tu papá me despertó para que comiera y no se me enfríen las empanaditas!"

Beso!!

Vicky dijo...

Me pasa siempre, armar y desarmar historias con extraños..

Blondie dijo...

muy buen blog, yo también tengo mucha memoria de esos pequeños detalles, y me molesta cuando alguien no se los acuerda tan bien como yo

Zulma de Tinelli dijo...

Cafe, me paso algo parecido cuando me fui al sur, se sento un bombon al lado mio, pero hablamos todo el viaje, supe su nombre, pero nunca sipe de donde era, me dormi y cuando me desperte habia un señor mayor en el asiento de al lado, primero pense como envejecio en el camino, hasta que reaccione que habia bajado...



Zulma

Anónimo dijo...

Hermoso, hermoso texto.

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho.

Cris dijo...

No lo habrás soñado?

Mujer moderna dijo...

Tuve tantos amores de minutos...lo ves te enamoras y ya no lo ves mas. Pero a veces son los mejores, por lo menos el sufrimiento de la perdida dura menos no?
Besos!

Minerva dijo...

Qué LINDO post CF!

Pau Go dijo...

Ay esos amores espontàneos...

Anónimo dijo...

Siempre tenés historias, Café! Me gusta cómo escribís, cómo lo contás, cómo jugás con mi imaginación y ese dejo de nostalgia que encuentro en muchos de tus post ;)

Hoy estoy triste pero siempre es lindo leerte.

No tiene nada que ver pero, ¿es posible saber a qué te dedicás?

Saluditos

Na.

TucuMala dijo...

CAFE q bue relato, casi casi, estba yo sentada al frente viendolo todo,
TucuMALA

TucuMala dijo...

CAFE q bue relato, casi casi, estba yo sentada al frente viendolo todo,
TucuMALA

Morocha dijo...

Tus posts inspiran.
Qué talento el tuyo Cafe...qué talento!

Cariños marinos.

Soledad dijo...

Como dice tu encabezado...
la vida es un cúmulo de detalles...
No toda la gente los ve... y no toda la gente sabe ponerlos en palabras...
Por suerte tenemos Café!

Jaki CS dijo...

Esas fantasías, producto de un juego entre la imaginación y nuestros deseos más íntimos, son una caricia que no necesita del rose; un deseo que no necesita lámparas mágicas y un sueño que no necesita de la somnolencia para darse a conocer.
Me gusto mucho tu relato, y muy vivido por muchos, eso seguro.
Te mando un abrazo mujer.

Café (con tostadas) dijo...

Buenas tardes!

Etienne: jajaja, nada! :(

Gla: te parece? continuará? quién nos dice!

Fumarysalir: todavía no sucedió peeero, quizás, un día!

Isa: jajaja, no lo había pensado. Relato bastante original para un hijo/a, eh! (y no fue re tierno que me despierte para que no se enfrien las empanadas?!?!? :))

Vicky: yo suelo inventarme una historia de las personas desconocidas... con las personas me pasa poco.

Blondie: bienvenida! jajaja, los memoriosos para los detalles somos así, quisquillosos! :P

Zulma: jajajaja, "como envejecio en el camino" jajajaja... ah, los enamoramientos en el transporte de pasajeros....

Euforia: gracias!

Angus: que suerte!

Cris: vos decís?

Mujer moderna: de esos enamoramientos se vuelve sin dolor y con un dejo de ternura, no?

Mine: GRACIAS!

Pau: aaahhhh (suspiro)... cuánto? cinco minutos? más que suficiente!

Na: por qué estás triste? gracias por los piropos! Y saber a qué me dedico es complejo (?) pero lo fácil es decir que soy locutora.

TucuMala: gracias! casi casi casi que no te reconocí sentadita espiándonos! :P

Morocha: ay, cuanto mimo! mi ego no cabe en mí! graaaciaaas! Cariños santafesinos (como los alfajores!)

Sole: es que estoy convencida! los detalles son lo importante! las grandes cosas no son más que sumas de detalles!

Jaki: precioso comentarios. Y sí, esas fantasías, sueños y deseos son, a la vez, preciosos y esperanzadores y duelen un poquito por acá en el pecho :) Abrazo para vos!

Saluti a tutti

Anónimo dijo...

jeje, cositas varias, Café, pero hoy es otro día y hay que seguir, ¿no?

Gracias por preguntar y por decirme a qué te dedicás :)

Na.

Café (con tostadas) dijo...

Na: claro! hay que pegarse una buena ducha, cantar un rato bailando deforme (o algunas de esas cosas que nos distraen) y seguir! Por nada! Besito