lunes, agosto 13, 2012

Presente perseverante

No hay paso del tiempo en mi memoria. Todo lo archivado lo rememoro con la misma intensidad, con exacta vivacidad. Debo, cada vez, hacer conciente el ejercicio de ponerle fecha a los recuerdos y calcular la distancia temporal y advertir que es, cuanto menos, probable que nosotros, los de entonces, ya no seamos los mismos.

No hay paso del tiempo en mi memoria
y es extremadamente injusto.



Yo digo que el tiempo borra
la huella de una mirada,
Mi zamba dice no hay huella
que dure más en el alma.

Jorge Drexler y Joaquín Sabina
Zamba del olvido | Vaiven

2 comentarios:

Hugo dijo...

Te entiendo demasiado.

Café (con tostadas) dijo...

¡Buen día!

Hugo: me hizo cuich de pena el corazonito al leerte. Uf, ¡qué batalla tan extenuante la que nos tiene a nosotros mismos como contrincantes!

¡Beso!