Necios

A esta altura del mundo y de la historia no podemos, como sociedad, darnos el lujo de dudar de la necesidad de los derechos humanos. Dejémosnos de pavadas. Basta de gente en los medios dale que te dale con que si pena de muerte sí o pena de muerte no. Basta de gente en la calle pidiendo la cabeza de otras personas. Parece mentira que no aprendamos nada. ¿Es que realmente somos la especie más zopenca del planeta? Hasta acá, por favor. Por civilizados, por cobardes, por humanos, por progresistas, por memoriosos, por lo que a cada uno le resulte más convincente ya deberíamos todos tener en claro que ser humano es el único parámetro casi objetivo que nos resguarda.

Puedo solidarizarme con el dolor pero no estoy dispuesta a identificarme con la estupidez.



No hay muerto que no me duela,
no hay un bando ganador,
no hay nada más que dolor
y otra vida que se vuela.
La guerra es muy mala escuela
no importa el disfraz que viste,
perdonen que no me aliste
bajo ninguna bandera,
vale más cualquier quimera
que un trozo de tela triste.

Y a nadie le dí permiso
para matar en mi nombre,
un hombre no es más que un hombre
y si hay Dios, así lo quiso.
El mismo suelo que piso
seguirá, yo me habré ido;
rumbo también del olvido
no hay doctrina que no vaya,
y no hay pueblo que no se haya
creído el pueblo elegido.

Jorge Drexler
Milonga del moro judío | Eco