domingo, abril 19, 2009

Más que palabras

Empezar a formar parte de un grupo es un desarrollo puntual, especialmente si es un grupo ya consolidado al que llegamos de repente. Hay toda una etapa de adaptación, de incorporación, de inclusión o de ausencia de esos procesos. Después del primer contacto inicial, de las presentaciones más o menos formales del caso, del acostumbramiento a una nueva dinámica, empieza el tiempo de generar lazos con las otras personas que intervienen en esa rutina.

No tengo mayores problemas para adaptarme a nuevos ritmos. No me genera una profunda sensación de afsixia alterar mis horas diarias, redistribuirlas, darles otra finalidad. Tampoco me cuesta incorporarme a la cotidianeidad de un nuevo grupo. Aprendo rápido las características de cada uno de los integrantes, descubro que les molesta, que los incomoda, que los calma, que los ayuda. Sin embargo, sentirme aceptada por los demás es un proceso que requiere más tiempo.

Después de meses de trabajos y almuerzos y reuniones y viajes. Después de horas y llamadas y correos y risas. Después de tiempo compartido, a veces llega esta sensación preciosa de reciprocidad. Formar parte, compartir códigos, entendernos con pocas o miles de palabras, ser capaces de contarnos emociones personales, compartir inquietudes, despotricar a coro, reírnos a carcajadas por una conclusión, por una pavada, por un chiste mínimo, compartir la sensación de cercanía con otra personas, marcarnos errores sin hacernos daño.

El viernes salimos todas juntas. Nos divertimos como si nos hubiésemos conocido desde antes, mucho antes. Algunas nos dormimos juntas. El sábado nos despertamos, armarmos mates, criticamos las revistas de novias, revisamos situaciones laborales desde la perspectiva de grupo. Más allá de las charlas, más acá de las diferencias, quedó este sabor agradable de cosas compartidas.

A veces, formar parte es mucho más que una enunciación.


(un clásico para ponerle onda a este domingo)

Hey, here is the story
Forget about your troubles in life
Dont you know its not easy
When you've gotta walk upon that line

Thats why
You need
Thats what
This is what you need
I'll give you what you need

Dont you get sad and lonely
You need a change from what you do all day
Aint no sense in all your crying
Just pick it up and throw it into shape

INXS
What you need | Listen Like Thieves

6 comentarios:

Café (con tostadas) dijo...

Antes de que alguien chille, la parte seleccionada de la canción dice más o menos ésto:

hey, acá está la historia
olvidate de los problemas de tu vida
no sabés que no es fácil
cuando tenés que caminar sobre esa línea.

Por eso que
necesitás
Eso es
Esto es lo que necesitás
Voy a darte lo que necesitás.

No te ponés triste y solitaria
necesitás un cambio de lo que hacés todo el día
No tiene sentido todo tu llanto
Simplemente juntalo y ponelo en forma.

reja dijo...

Qué lindo es pertenecer a una manada. Yo, definitivamente soy un perro y hace tiempo que perdí la mía y cada día la extraño.

Vicky dijo...

Esa sensación de pertenencia, el compartir códigos y reirse sin decir mucho más que dos palabras y una mirada..eso es lo que le da sentido a la vida sobre todo en los peores momentos..


Qué Temazo!!!

Gla dijo...

UY Café....Metiste el dedo en el ventilador...
Tengo un rollo no resuelto con ese tema y decididamente me dio un vuelco el corazón leer tu post....
Cuando vuelvaa leerlo más tranquila (porque volveré a hacerlo) trataré de brindar mi humilde aporte...
Saludistos nostálgicos...

Dos dijo...

Cf jugadora de equipo

Café (con tostadas) dijo...

Buenas tardes!

Reja: las manadas no se pierden... se cambian ;)

Vicky: exactamente... esas cosas son los detalles que hacen a la vida misma! (vos también estás retro?!?!)

Gla: veo que estás en un día complicado con este tema! No puedo ayudarte con las distancias, tengo mis días de furia con ellas también... pero sí puedo decir que aún así vale la pena!

Dos: así parece!

Besos!