Si para anestesiar la capacidad de asombro es menester bloquear, disminuir, reducir al mínimo posible el impulso de ilusionarme, esperanzarme y llenarme de ganas y de empuje y de energías. Paso.
Te lo agradezco pero no.
No me parece un trato justo.
9 comentarios:
Yo personalmente, no negocio nada de todo eso, ni siquiera la capacidad de asombro. Nada de eso es un trato justo...
Hola!Acabo de dar de casulidad con tu blog y me encanta!Es buenisimo, en serio. No he podido evitar unirme, espero que no te importe. Te dejo el mio por si le quieres echar un vistazo www.galletasdecoco.blogspot.com
Un besazo!
A mí no me parece justo que estés firmando esta clase de contratos sin mi autorización
Si el trato no es justo para ambas partes, entonces que se derritan los helados y no haya negociación alguna. En definitiva somos dueños de negociar y de dejar de hacerlo cuando se nos de la gana, no?
besito!
Buen relato.
Pero... ¿Quién en su sano juicio quisiera quedarse sin la capacidad de asombrarse?
Me sumo.
¿estas hablando de julian weich?
Buenas tardes!
Etienne: es clarísimo! pero a veces no estaría tan mal poder anestesiar un ratito la capacidad de asombro... digo, si el precio fuese menor!
Sandra: hola, bienvenida!
Bati: pero si no lo firmé! no me retés... es, acaso, mi culpa que la vida siga proponiéndome acuerdos?
Co: 'que se derritan los helados' mencantó! jajajaja Y sí, es lo mínimo!
David C.: gracias!
Hugo: che! no dije extirpar, dije anestesiar, un poco, un rato... como cuando vas al dentista!
Alelé: vamos todavía!
Criatura: noooo, pero casi! (?)
Saluti a tutti!
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