viernes, julio 29, 2011

Gula



Tengo antojo incontrolable de comer copos de azúcar hasta que me quede la lengua pintada de rosado... y uno más.




Maldición con esta ciudad en la que no hay nadie que deambule por las plazas vendiendo tan preciados manjares.

6 comentarios:

Universo! dijo...

hola me gusto mucho tu blog :P

Etienne dijo...

esto me lleva muuuuuuuuuuuuuuy atrás en el tiempo...

Al dijo...

Algodón de azúcar? Lo comí por primera vez a los 18 años.

Co dijo...

Ay! En esto si que no coincidimos! No me gustan los copos de azúcar (para mi es algodón de azúcar, ja!) y menos que menos los que tiñen la boca. El otro día vi a dos nenes con la boca turquesa fosforesente por culpa de los benditos copos y ahí decidí que mis futuros hijos no van a comer eso. Jajaja!

Totino dijo...

Yo llevo el copo si usted pedalea..

Café (con tostadas) dijo...

Buenas, buenas!

Saul: bienvenido, qué bueno!

Etienne: jajajaja, era un poco la idea!

Al: pero vos... tuviste infancia? qué barbaridá!

Co: arpía! por qué le harías eso a tus hijo??? no que los vas a querer??? entonces, que se note!

Bati: jo, tengo que pedalear? ok, pero traé un tubo de oxígeno también!

Saluti a tutti!