A las corridas

1- sigue sin importarme hacer el ridículo (de hecho, me divierte tanto),

2- he adquirido una capacidad importante para no embroncarme por imprevisiones ajenas que no puedo solucionar,

3- compruebo y reafirmo, cada vez, la teoría del fernet,

4- publicar una teoría con manteca después de muy pocas horas de sueño, muchas de baile latino y demasiadas de trabajo es una idea poco feliz,

5- me intimidan las duchas altas,

6- sigue resultándome muy gracioso que Hermana me diga 'de dónde sacás esa voz' cuando suelto el micrófono... porque todo el mundo nos confunde a ella y a mí por teléfono,

7- me ofuscan las personas que no pueden ubicarse y cuando se cruzan con su ex no tienen reparos ni en modos ni en lugares para demostrar su enojo,

8- nunca aprendí a silbar, apenas chiflo... necesito alguien que me enseñe a chiflar como en la cancha y me quedo conforme,

9- desde que me levanté llevo escuchadas al menos 7 canciones identificables en mi cabeza pero la música de Las cosas del querer se repite muchas mañanas,

10- existen, hay, siguen apareciendo personas que cambian mi estado anímico con tres palabras (y van quedando las que la mayoría de las veces lo mejoran).

(iban las Sevillanas del Espartero pero no están. Cuando llegue a casa la subo)