Bluekitty dijo que ésta es una historia para escuchar por una voz.
Me dieron ganas de contarla así.
Si tenés ganas de escucharla está al final.
Me dieron ganas de contarla así.
Si tenés ganas de escucharla está al final.
Nos reunió en esa vereda el capricho de una amiga a la que, hace diez años, era imposible negársele. Nosotras éramos tres, vos estabas con un amigo. Los cinco en una ciudad que no era la nuestra, los cinco pasando las horas de una noche de miércoles en unas vacaciones cualquiera fuera de temporada.
Ese mes dos de nosotras habíamos hecho tres clases de tango. Esa noche, en ese bar cordobés, eran horas de arrabal. Lo vimos de casualidad, esperando un colectivo. Dijimos, las tres, tomamos el próximo, cruzamos de calle y ella y yo nos pusimos a bailar jugando en la vereda.
Por una suma de hechos graciosos para nosotras, insignificantes para cualquier otra persona a la que se le relate, terminamos compartiendo con ustedes una cerveza regalada. Empezamos a charlar en grupo. De a poco nuestra charla (tuya y mía) se fue separando de la general. Nunca antes había encontrado tantos gustos compartidos con un desconocido. Creo que no me pasó después, tampoco.
Tenías un nombre hermoso y particular. Tenías dos años más que yo. Tenías lindísimos ojos y contagiabas la risa y usabas jeans, una chomba verde claro y zapatillas de lona. Tenías, al lado tuyo, tu guitarra. No te animaste a tocar nada. Cantamos a dúo un par de fragmentos de canciones hermosas, despacito, entre nosotros. Te pregunté cómo se llamaba un tema, entoné dos versos. El necio, dijiste. Nos quedamos un momento en silencio. Después nos acompañaron a tomar el colectivo. Nosotras nos fuimos, ustedes también.
Una noche, 4 años después, en un boliche de otra ciudad que no era la de ninguno, la vida nos volvió a cruzar. Tus amigos, otros, mis amigas, otras. Ellos bailaban con ellas. Vos y yo volvimos a la pista desde diferentes barras. Por inercia nos pusimos a charlar. Algo en vos era familiar y pregunté tu nombre. No pude contener la risa. Me preguntaste. Te conté que nos habíamos encontrado antes. Me miraste. Entonces sos vos, sonreíste.
La noche siguiente hubo fogón y guitarra y canciones y los chicos y las chicas y vos y yo. Pasamos horas a orillas del río que adoro. Ya de madrugada caminamos juntos hasta un kiosco. En un momento nos quedamos frente a frente. Estábamos despeinados por el viento, adormecidos por la vigilia y contentos por las horas compartidas. Me agarraste la mano. Nos dimos un solo beso leve, casi infantil. Volvimos al grupo, cantamos una vez más la primera canción que habíamos compartido. Y nos fuimos, cada uno a su ciudad natal.
Así, sin más, pasaste a formar parte de las historias hermosas de mi vida.
21 comentarios:
Es de esas historias de amor que nos encanta escuchar un domingo con cafe y chocolate en mano. que lindo.
En serio que tenes historias hermosas, o las haces hermosas con las palabras... como sea, siempre un placer leerte
Buen día!
Hormiga: pucha! si lo hubiese sabido antes la publicaba un domingo. Igual, cafe, chocolate e historias de amor es una combinación que puede salvar un lunes, no?
PauLy: quizás sea porque para mí son hermosas y se me escurre por los dedos. Si vos la leés hermosa también, entonces valió la pena contarla!
Gracias y besos!
Mal, tanto que me provocaste una catarsis sobre la cual aún todavía escribo. Pero, aunque triste, claramente va dedicado en honor a quien lo provocó.
Me han contagiado las ganas de tomar un chocolate caliente y escucharte contar esta historia, no leerte, estas historias es mejor escucharlas desde una voz, una del corazón. Casualidades sí las hay, acabo de escribir en mi blog sobre esa gente que viene a tu vida y se va, s0n pasajeros nada más. La diferencia es que tu historia es bella, lo que a mí me pasó es el otro lado de la situación!
Bonito... bonito... las historias, en todos los tiempos, nos encanta escuchar historias... siga contando, y que silvio las cante también.
Una maravilla de relato. Me quito el sombrero.
1. ayyyyyyyy que lindo...
2. un amor en cada puerto vos eh!
salud. (le brindo con el mate frio que quedo de la mañana)
Y bueno, ahora te invito a que lo leas.
se que no tiene nada que ver, pero viste que ya no se fabrican mas las polaroids? si ya se nada uqe ver, pero por el titulo del post
Hormiga: entonces, insisto, vale la pena haber publicado un lunes una historia de domingo ;)
Blue: leí tu post... es así, hay gente que sentimos conocer desde hace mucho. No sé por qué será. Ah! Me tentaste, así que agregué el relato... besos!
Rol: gracias! Es tan lindo escuchar historias... y Silvio las canta y las cuenta tan lindo que casi me avegüenzo de mis intentos pero me sigue gustando contar...
Nesta: gracias! Estoy coloradísima (y no es por el sol ;))
Mariann: 1- ayyyy, gracias! 2- te dije que era la mujer de los mil hombres! (?) Es un trabajo arduo pero deja historias para contar ;)
Hormiga: leí, me emocioné, comenté... GRACIAS!
Roky Rokoon: nooooo, no se fabrican más? Laputamadre! Tantos recuerdos, una palabra tan linda, la idea de la instantánea... mal, muy mal eso! No tiene que ver con la historia (o sí?) pero tiene que ver con los recuerdos así que vale el comentario ;)
Saluti a tutti!
Ya serían buenas tardes, pero acabo de terminar de desayunar igualmente.
Me gustó mucho este texto. Y muy bella voz la que relata.
Un saludo, y hasta el próximo cafe!
Los amores cobardes no llegan a amores ni a historias se quedan ahí.
Que te tenga cuidado el amor, Café que bien parece que le podes cantar su canción.
Mates por favor!
Muy linda historia.
Uno se queda con ganas de que hubiera pasado algo más, pero no, así está bien. Me encantan estas historias.
Qué hermosa voz... se nota que sos locutora. Y qué hermosa historia también, sólo espero que tenga secuela ;-)
Besos desde por aquí.
Dejeme decirle que hizo bien tomar el consejo de bluekitty, y ponerle voz... lo único que no puedo evitar decir es que faltan los silencios que se generan si lees la historia... de cualquier manera... un divinor.
Uuuuaaaaahhhhhhh!!!!!
Que Pla-cer, Café!!
Mx
Buenas noches!
Jaki: gracias! Que lindo que te haya gustado ;)
Je!: uf, esa provincia es perjucial para mi salud (o todo lo contrario!). Va los mates, aunque yo esté con la cerveza!
Eric: que bueno que te haya gustado! Me volvió a la memoria por un post tuyo, sería una mala pasada que no te agrade. A modo de homenaje, es muy de los noventa (en el inicio!).
Diego: gracias! (Estoy toda colorada). Secuela? Qué te gustaría que pase? Me contás?
Rol: sí... me fallaron los silencios... puedo usar de excusa a los días (hoy me costaron los silencios!) y a la falta de práctica para contar mis propias historias! Que bueno que alguien que sabe del tema me marque ese detalle, gracias!
Mx: estoy colorada y escondida entre mis manos, no puedo responderle como corresponde... gracias ;)
Saludos a todos!
Llevo días pasando en silencio, reservándome las sonrisas y los nudos en la garganta. Pero hoy tengo que decir algo, lo que sea, pa' que usté sepa, Café, cuánto me gustó leerla. Y, la verdad, estoy ansioso por llegar a casa y escucharla.
Besos.
PD: ¿El Necio la de Silvio? Temazo.
Querida desconocida: te acabo de escuchar, fue como mmm no sé cómo decirlo, raro. Me gustó escuchar la voz de alguien a quien no conozco y a la vez leo, leo pedazos de su vida, lo que nos deja conocer.Loco esto de la tecnología, cómo nos puede acercar y alejar a nosotros los seres humanos.
Buen día!
Javier: sí, El Necio la de Silvio. Temazo. Esas noches hubo mucho Silvio! Gracias, muchas gracias por contarme que le gustó leerme!
Blue: puf, la tecnología y las distancias!!! Y sí, es un poco extraño. Yo lo escucho y me resulta raro, supongo que más o menos entiendo de qué hablás!!
Besos
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