Preparemos unos mates, fuguémosnos de los lugares que solemos frecuentar, conversemos de todo o de nada. Cantemos canciones lindas y bailemos a pleno sol. Hagamos una fiesta en mitad de la mañana y que el mundo nos mire con un poquito de envidia y mucho de complicidad. Salgamos al sol, al viento tan leve que ni siquiera despeina árboles, al día que promete lo suficiente como para que le pidamos que cumpla.
Dale.
Vení a bailar.
Vení a bailar.
4 comentarios:
A esta hora, los mates pagan millones; en cuanto al baile, depende del ritmo, tengo las rodillas a la miseria!
Besos!!
Bailo, pero usted consiga zapatos con punta de acero para cuidarse los dedos.
Muy buena entrada.
Pero yo con viento, no bailo.
¡Buen día!
Etienne: ¡pucha con esas rodillas! ¿será que se bancan una bachatita?
Hugo: ok, pero mirá que el riesgo es que te pise yo con esos zapatos... ¡'ta fea pa' vo'!
Bati: ja, ¿eso significa que en algún momento bailás?
¡Salú, muchachos!
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