Intento recibir un fax (maldito invento del demonio) de múltiples páginas de un ser incapaz de enviarlas de corrido. Es decir, hablo, doy señal, hablo, doy señal y cada vez debo leer primer y último renglón de lo recibido. Atiendo el celular y vuelvo a dar la misma indicación por enésima vez con las interrupciones lógicas de hablar y dar señal. Por el msn un compañero de trabajo me pide un archivo en calidad de urgencia urgente porque sino, quién sabe, puede que se demore en subirlo al facebook y el mundo entero colapse y se inicie la tercera gran guerra y los marcianos nos invadan y el universo se comprima en efecto big bang inverso. Siguen llegando insoportables correos de personas que hacen la misma consulta una y otra y otra vez. Entra ella y, sin siquiera tener la delicadeza de esperar a que pueda escucharla, empieza a dar órdenes como si fuese la jefa de alguien. Con cordialidad notoriamente falsa y gentileza mal actuada consulta si podré ejecutar eso que osa considerar una orden.
No, la verdad, justo ahora no.
Voy a pegarme un tirito y vuelvo, ¿dale?
No juego mas.
Basta para mi.
No juego mas.
¡La hora referí!
No juego mas.
¡¡¡BASTA!!!
Caballeros de la Quema
Basta para mí | Fulanos de nadie
Voy a pegarme un tirito y vuelvo, ¿dale?
No juego mas.
Basta para mi.
No juego mas.
¡La hora referí!
No juego mas.
¡¡¡BASTA!!!
Caballeros de la Quema
Basta para mí | Fulanos de nadie