Plazos

Ella:
Algunas veces es mejor tomarlo con calma y dejar que la otra persona elija qué lugar quiere darnos en su vida... y después decidir si ese lugar nos alcanza o no.

Él:
Sí, supongo que sí pero...
¿cuánto tiempo vale la pena esperar?

Ella:
No sé, supongo que cuando descubrís que la incertidumbre te tienta a postergar la persona que sos para encajar en un perfil poco claro... llegaste al límite.

Algunas cosas son tan simples vistas desde afuera.



No escojas sólo una parte,
tómame como me doy,
entero y tal como soy,
no vayas a equivocarte.
Soy sinceramente tuyo,
pero no quiero, mi amor,
ir de visita por tu vida,
vestido parea la ocasión.
Preferiría con el tiempo
reconocerme sin rubor.

Cuéntale a tu corazón
que existe siempre una razón
escondida en cada gesto.
Del derecho y del revés,
uno solo es lo que es
y anda siempre con lo puesto.
Nunca es triste la verdad,
lo que no tiene es remedio.

Y no es prudente ir camuflado
eternamente por ahí
ni por estar junto a ti
ni para ir a ningún lado.
No me pidas que no piense
en voz alta por mi bien,
ni que me suba a un taburete
si quieres, probaré a crecer.
Es insufrible ver que lloras
y yo no tengo nada que hacer.

Cuéntale a tu corazón
que existe siempre una razón
escondida en cada gesto.
Del derecho y del revés,
uno solo es lo que es
y anda siempre con lo puesto.
Nunca es triste la verdad,
lo que no tiene es remedio.

Joan Manuel Serrat
Sinceramente tuyo | Cada loco con su tema

Urbanismo interurbano

1- Apagá el celular. Sino querés/podés apagarlo, silencialo.
2- Si elegiste silenciar el teléfono y alguien te llama, no grites (no, no me importa si es tu secretaria y querés sonar como jefe). Murmurá.
3- Si viajás con alguien más, mantengan la conversación a volumen mínimo (digamos, susurro).
4- No vale impedir que el de adelante recline su asiento poniendo bolsos, bolsitas y demás bártulos. El impedimento sólo está admitido si lo que peligra son tus rodillas (por altura, no por idiota).
5- No te cuelgues del asiento delantero para pararte ni para nada. (Zopenco, eso que está ahí es la cabeza de otro pasajero.)
6- No patees el asiento de adelante ni encajes bolsos a presión (que se le clavan en los riñones al otro viajero).
7- Si querés escuchar música, ponete auriculares.
8- Si estás del lado del sol, cerrá las cortinas en verano.
9- Usa desodorante.
10- Si tenés voz de pito, mantenete en silencio.
11- Si roncás muy fuerte, mantenete despierto.
12- Si querés tramitar un cambio de asiento hacelo antes de que la otra persona se duerma. Si no, bancatelá.
13- No hagas mugre, no tires papeles, no salpiques al de al lado con tu gaseosa. No, no se puede comer un sánguche de milanesa. Esperá un rato o comprate unos mixtos de miga.
14- Por favor, perdón y gracias nunca están de más cuando necesitás que otro te deje pasar.
15- Antes de bajar, volvé el respaldo de tu asiento al ángulo de 90º que tanto facilita el desplazamiento de los demás.
16- Si viajás con niños, llevá unas galletitas y un juguete por las dudas y hablales en vez de gritarles y buscá la forma de mantenerlo tranquilo.
17- Cuando caminás por el pasillo, no te agarrés de los asientos, zoquete. Hay gente sentada ahí (a veces hasta duermen) que, probablemente, no quieran ni tus dedos en los ojos ni el sobresalto de que el respaldo se les bambolee.

Son sólo dos horas. Somos varias personas en un mismo colectivo. Estás grande. No jodas, haceme el favor. Yo sé que hay decenas de personas viajando respetuosamente pero siempre, siempre, siempre hay cuatro o cinco roñosos que estropean todo.

Cada vez que viajo en colectivo interurbano por menos de dos horas me acerco más a la masacre.

Máxima arbitraria 46

Una de las pocas sensaciones que provocan un placer casi equiparable al de un orgasmo es una mano acertadamente recorriendo la espalda justo después.

Montaña rusa emocional

Justo antes de abrir los ojos mi cabeza intenta comprender la sensación de desasosiego, entender el último desvarío de semi consciencia y reune estas palabras.

Sueño que jugamos a la escondida con compañeros de la primaria que tienen la cara de uno y el nombre de otro.
Sueño que corremos rápido y nos escondemos bien.
Sueño que nadie pica para todos los compas.

Al momento de despertarme, antes de despegarme del plácido cobijo de mi almohada entre mis neuronas suena una canción que me alegra y me siento en la cama sonriendo.

Desayuno viajando, tomo mates, converso, escucho música, kilómetros tranquilos de cielo nublado y risas.

Me ofusco renegando con incompetentes en mitad de un trámite.

Llego al trabajo a encontrarme con un mate recién cebado y un ratito de conversación con una amiga.

Me enojo con gente jodida que se adueña con descaro de palabras ajenas.

Estallan las carcajadas en charlas virtuales con gente de la otra, de la que vale la pena.

Si todo mi día va a ser así... exijo vacaciones.

Aliados

Cumplís años. Dale, dejate mimar. Porque sí. Porque aunque podría pasar como un día más, a veces viene bien tener una excusa para poder dar todos los abrazos y los besos y hacer los mimos y tener las atenciones que no podemos, no debemos o no solemos tener con las personas a las que queremos.

No da, por ejemplo, que todos los días alguien caiga con selva negra para el desayuno. No hay salud que lo resista. No está permitido dar abrazos cruzados de tres minutos dos veces por hora todos los días porque hay que trabajar, porque la gente es mala y comenta, porque (seamos sinceros) nos cansamos de estar todos tan pegoteados todo el tiempo. Entonces, hoy cumplís los años y vos tenés derecho a pedir mimos y regalos pero yo... yo tengo tarjeta verde para mimarte todo lo que otros días no da.

Y así, puedo abrazarte mucho y rascarte la espalda y servirte un cortado rico con medialunas mientras charlamos de las energías del universo y escribirte cartas y decirte que te quiero mucho mucho y que es una maravilla de la vida haberte conocido y que estoy acá, siempre, todos los días, y que me hace bien saber que estás. Hoy podemos delirar más que otros días y podemos armar mundos paralelos y podemos ponernos mucho más azucarados que cualquier otro día y nadie pero nadie debería tener nada negativo para opinar al respecto. Es mi derecho quererte explícita y evidentemente, al menos, el día de tu cumpleaños. Porque te quiero y punto.

Es que hay muy pocas personas en este mundo capaces de hacer bien aún sin intentarlo.



Verde esperanza te espero
viaje a ultranza frío y veneno
tu corazón traje de aquellos
mas clavo fiel frío y engaño.
Verde esperanza, te quiero
Soledad, triste y cruel
otra noche mas esperanza vil
me pareció ver tu luz en el alba
me pareció ver tu esperanza es mi alianza
Verde esperanza, te creo
Un fuerte olor a jazmín
despeina nuestros cabellos
si sabes donde querés ir
se agigantan los recuerdos
(del planeta de los sueños)
Soledad, triste y cruel
otra noche mas esperanza vil
me pareció ver tu luz en el alba
me pareció ver tu esperanza es mi alianza
Verde esperanza, te quiero
Y un calorcito en tu pecho
es la brisa de mi alma
y un calorcito en mi pecho
más un besito en tu alma.

Estelares
Verde esperanza | Extraño lugar

Dejemos de joder

Hay muchísimos bloggers que se jactan de que somos mejores que cualquier flogger y toda esa pelota. Dicen que somos más maduros, que no andamos sacándonos fotos en el baño (o al menos no las publicamos) y así, que no hacemos todas esas cosas que les resultan cuestionables de los purretes del flequillo raro. Es más, dicen que usamos el idioma. Ahora, en serio, un poquito de honestidad. A mi me tiene, cuanto menos, desconcertada esta manía blogger (¡gente grande, che!) de aniñar, modificar y aberrar el idioma al momento de comentar sólo para hacerlo más coloquial y compinche.

Si la otra persona te conoce, la complicidad está sin necesidad de gritarla descaradamente a los cuatro vientos. Entonces ¿qué es eso? ¿marcar terreno, como, qué se yo, un chupón? ¿un intento por ganar el cariño de quién escribe? ¿un problema de entendimiento? ¿o una forma de generar una suerte de dialecto? Yo sé que soy quisquillosa y mal llevada con esto. Y sí, dale, hacé lo que quieras, cada uno escribe como más le gusta, y si quiero tener mi grupito y hacértelo saber estoy en mi derecho. ¡Es verdad! ¡Totalmente de acuerdo! ¡Vos dale! Me parece óptimo pero no tengas el descaro de criticar al que hace lo mismo en su propio entorno, por favor.

Porque una cosa es un chiste interno y otra es el uso ilimitado (digamos, abuso) de sh.

Abrí los ojos

Los recuerdos nítidos de momentos preciosos (esos que llenan la piel de cosquillas y los ojos de sonrisas) son capaces de hacerle frente a un despertar complejo y ponerme a cantar bailoteando mientras preparo un desayuno a las corridas.

Si yo fuera tango

Viste como es esto...
De tanto en vez se me antoja jugar como David.

Nos diríamos adiós cuando el alcohol nos ha embriagado, la noche de la última curda.

Sentiría que todo es mentira, que nada es amor... que al mundo nada le importa.

Añoraría el corazón, el mismo que perdí con esas promesas vanas de un amor que se escaparon con el viento.

Alguna vez pensaría en volver para descubrir que parecemos, ya ves, dos extraños.

Sabría, después, que lo que más bronca me da es haber estao tan gil.

Y así y todo, seguiría buscando alguien que me diga quereme así piantao mientras bailamos una balada para un loco.

Si yo fuera tango viviría en el arrabal porteño y algunos me dirían Cafetín de Buenos Aires.

Instrucciones para desayunar en pantuflas

Pongamos un número redondo. Digamos que son cinco, como para no abusar. Vos completá las primeras cuatro como más te guste. Si querés te ponés pantuflas, si estás en la oficina activás la tecla 'viene el jefe'. Leelo tomando café, fumando, comiendo galletitas lezama. Vale comentar o cerrar la ventanita e irse. Pasá por acá cuando más te guste, cuando tengas ganas, cuando no tengas nada mejor que hacer. Lo que quieras, está todo bien. Eso sí, la quinta instrucción la escribo yo.

05 - Empezá siempre por el título

Es que la mayor parte de las veces, si no leés ese contexto te perdés el mejor indicio.

Hecha e izquierda

Prestame atención a ver si nos entendemos de una buena vez.

Cuando vos y yo hablamos del tema que nos convoca yo no soy nunca, de ninguna manera,
ni minita ni ovárica ni hormonal.

Soy mujer.
¿Te la bancás?

Otaria

Y sí, ¿sabés qué?, tengo un par de cicatrices que pican algunos días y varios machucones acá adentro. No reniego de ellos. Aprendí algo de cada uno de esos golpes. Sin embargo, te decía, me quedaron algunas secuelas, algunos rastros, un par de puntos de inflección. No, no, no digo sólo parejas o historias. Estoy hablando de afectos y de cómo me convertí en esta chitrula con aires de autosuficiencia. Esta otaria que tiene ganas de compartir un montón de cosas pero no sabe ni como pensarlo porque no puede dejar de armar todo para arreglárselas solita por la vida. Pasa que hay, hubo en mi vida un momento puntual en el que pensé que esto de crecer funcionaba así.

Y acá estoy. Torpe y amurallada y atenta y asustada y, bueno, así como me ves. Y por eso casi no lloro cuando hay alguien más y por eso tengo una respuesta diplomática para cada momento y por eso me hago la picante (con poco éxito, es verdad) y por eso no salto por el aire ni armo alboroto aún cuando se me tensan los dedos de las ganas. Quizás está bastante bueno que me de cuenta. Quizás descubrirlo ahora, años después, sirva para poder pedirte que cuando este llorando me abraces fuerte. Sí, aunque te diga que no, que me dejes sola y te quiera alejar (porque todavía no puedo evitarlo aunque me muerda por dentro). Abrazame igual, anudame un rato con tus brazos hasta que pueda volver a respirar y encuentre la forma de decirte gracias.

Y cuando esté triste, creele más a mis ojos (que dicen tanto) que a mi boca (que habla de más).

Falta de tacto

¿Por qué hay gente que llena el silencio haciendo comentarios innecesariamente agresivos hacia los demás?

¿Por qué una respuesta contundente y realista consigue frenar su catarata de observaciones poco felices?

Roro

Moretones: 3 (1 en pierna izquierda, 1 en brazo izquierdo, 1 en pierna derecha)

Ampollas: 2 principios de

Arañazos: 3 (casi curados)

Además, el pulgar de mi mano derecha todavía muestra signos de apretón con la puerta del auto, el de mi mano izquierda sufrió los efectos del rayador de queso. No logro ver si es un golpe o qué pero algo me duele en la espalda y, a causa de las condiciones climatológicas, me pican algunas cicatrices y me molesta un golpe fuerte de hace años.

Cualquier día de estos me quiebro una costilla y me recibo oficialmente de pilar de rugby.

Tatequieto

Hay personas que jamás están conformes con lo que hago o hice de mi vida y con mi esfuerzo. Poco me importa, señoras y señores. ¿No les gusta? ¿No les alcanza? ¿No colma sus expectativas? Ay, que pena tan grande. ¡Esta es mi vida! Y sí, terminé mi carrera y sí, trabajo todos los días y claro, sigo teniendo proyectos (de los posibles y de los disparatados también) y no, no voy a tener pibes por ahora y no, muchas gracias, no tengo ni planes ni intenciones ni posibilidades de casarme en los próximos, no sé, digamos, 60 años. Entonces, hay necesidad de preguntar, todas las veces ¿y, ya empezó a hacer tic tac el reloj biológico? o ¿y vas a laburar más en lo tuyo?. No, no vivo en cuenta regresiva y no sé, nene. De momento voy a hacer lo que quiera como pueda y también me voy a tirar a tomar mates y sacar conclusiones delirantes sobre el fenómeno de quiebre de las tiras de las ojotas y, además, me voy a ir de paseo a inventarle vidas a las personas que me cruce por ahí. ¿No te gusta? Alejate, entonces, porque a mi sí.

¿Y si te dedicás a lo tuyo en vez de intentar secarme la cabeza a mi?

Final del día

Llego extenuada, ¿no?. Ni siquiera podría decir por qué, dale, está empezando el año y no ha sido un día de tan ardua labor como para que amerite el cansancio. Sin embargo, estoy cansada y pasada de revoluciones. Entro a la casa de Madre cargada de cosas, hablando por celular, haciendo malabares para abrir la puerta, tirando en cuanta silla encuentre a mi paso cartera, maletín, bolsa, bolsita y llaves. Apuro la charla. Sí, sí, muchas gracias, mañana lo vemos, dale, un beso, chauchau. Corto. Dejo el teléfono en cualquier rincón. Un paso más adelante me encuentro con Madre terminando el día tirada en el sillón, mirando tele y empezando un tejido bonito para alguna de las criaturas de la familia. Me mira desde atrás de una sonrisa enorme. Estoy agotada, ma. Se te nota. Date un chapuzón que hasta hace un rato estuve haciéndole terapia a la pileta y está preciosa. Me quedo inmóvil, como intentando pensar. Dale, andá, andá ya. Mientras termina la frase me bajo de las sandalias, me saco el vestido que me había puesto más de doce horas antes. Después, abro la puerta, casi corro unos diez pasos, pongo el pie izquierdo en el primer escalón y me zambullo de repente. Listo. Todo se calla, el mundo desaparece. Sólo quedamos el agua, el cielo infinitamente estrellado y yo nadando y flotando y haciendo intentos de roles y verticales mientras la gata me mira sin terminar de entender.

Hay algo más relajante que el agua...
meterte al agua en una casa que te da paz sabiendo que alguien te cuida.

Mesa de juego

Nos reímos, nos chicaneamos, nos ayudamos, nos festejamos. En algún momento, no recuerdo exactamente por qué, suelto una frase a modo de excusa.

Café: y bueno, es que tengo que esmerarme. Mirá lo que es esta mesa, estoy sola entre cuatro masculinos.

Hijo de Amigo: y sí, somos cuatro masculinos y una mujer que fuma.

Y sentí antojo de ser capaz de escribir una obra de teatro, una película, una novela o, al menos, un cuento merecedor de tan buen título.

Laberintos de letras

Es que las mujeres tenemos esa particular capacidad de estar en tres conversaciones cruzadas al mismo tiempo y hablar en simultáneo y mezclar mapas de rutas con teorías de viernes santos e historias de celos y que todas sepamos, casi exactamente, en qué punto está cada charla.

Escuchadas desde afuera parece un despropósito. Una superposición desquiciada de voces que opinan, que cuentan, que comentan, que preguntan. No es fácil encontrarle el sentido. No es sencillo aprender a distinguir palabras en los sonidos pero cuando lo lográs, cuando finalmente detectás oraciones en el cúmulo de voces tu cabeza cambia.

¿Te acordás cuando estaban de moda los dibujos esos en 3 dimensiones? Era una página con una reiteración de imágenes colorinches, con una especie de patrón pero sin encanto. Venía con instrucciones. Mirá no sé cómo, poné los ojos así, interponé la página no sé cuándo. Te llevó un rato, unos cuantos intentos hasta que, de repente, un elefante saltó de la hoja y ya no pudiste dejar de verlo. Y en la siguiente encontraste una casa y así.

Descubrir los diálogos superpuestos de seis mujeres parlanchinas es como esa clase de matemática general en la que finalmente descubriste qué era y para qué servía la trigonometría. Abstracto, difícil, complejo, casi imposible hasta que la ficha cae. Listo, no hay marcha atrás. Tu vida de todos los días acaba de dar un vuelco.

Creeme, la dinámica de los múltiples diálogos femeninos es un misterio que vale la pena descubrir.

Genética de los piropos

Según fuentes oficiales Hermana ha dicho cosas como:
Sos más lindo que la cinta scotch.
Sos más lindo que una tostada.

Es sabido que yo he dicho cosas como:
Sos más lindo que sábanas recién lavadas.
Sos más lindo que tomar mates viajando.

Parece que esto de los halagos personalizados corre en la familia.

Esgunfiada

No es así, chicas, chicos, se los pido por favor. No me copa la gente que se las tira de border, las personas que necesitan ser diferentes para sentirse especiales, no me van las grandes declaraciones en tipografía bold de los problemas mentales que (admitámoslo ya) no tenés.

Existe gente que tiene que vivir todos los días de su vida con un trastorno real, que lo sufre, que lo padece y que, de una u otra forma, encuentra la manera de seguir con su propia historia. Esas personas cuentan cosas, hablan de sí y de su vida. A veces le ponen diagnóstico, otras no, no importa. No las define su realidad, a lo sumo las condiciona.

Ahora, si entrás proclamando tu personalidad límite, si andás por la vida usando términos clínicos estrambóticos para demostrar lo outsider que sos, si te hacés... se nota. No, no sos bipolar, no sos loca, no sos copado, sos irrespetuoso, insensible y un poquito pelotuda.

Y, por favor, andá a ser todo eso lejos mío.

Culpables

Crecemos, es inevitable. Cambiamos, es loable. Claro, no siempre nos sale como nos gustaría ni la parte de crecer ni la de cambiar. Yo, por ejemplo, siento que con el tiempo fui ganando cosas buenas y también las he perdido. Hay una o dos, por ejemplo, que en determinados días extraño mucho.

Podría poner cualquier otro factor. Sugerir que se fueron con la convertibilidad, con el cambio de carrera, con el pelo corto o con cualquiera de esas cosas que sucedieron más o menos en simultáneo. Sin embargo, puesta a elegir, yo culpo a mis 20 años.

¿Vos, a qué edad acusás de las partes de tu personalidad que extrañas?



Is it getting better
Or do you feel the same
Will it make it easier on you now
You got someone to blame

U2
One | Achtung baby

Nominación

Yo no sé quién inventó la piel pero, sea quien sea, merece un nobel, un oscar, un tony, un emmy, un grammy, un globo de oro, un martín fierro, un águila patagónica y así, uno de cada uno de los premios inventados por el ser humano.

Menos es inaceptable.

Regresos cíclicos

Todavía escucho, por momentos, el sonido de río cuesta abajo, todavía conservo la sensación de las piedras o la arena contra la planta de los pies, todavía tengo impulsos de jugar a algo todo el tiempo pero mi cabeza está definitivamente de regreso. Y vuelvo a activar el despertador y vuelvo a postergar el desayuno un rato más y vuelvo a leer noticias y vuelvo a debatir de grandes temas en dos volúmenes y vuelvo a saltar de la cama antes de que me invadan las ganas de bailar acostada la canción del día.

Tengo en la punta de los dedos una pila de recuerdos y de anécdotas y de momentos preciosos por relatar. Tengo impregnadas en el interior de los párpados secuencias de escenas preciosas y felices. Tengo en el borde de los hombros y entre los omóplatos dieciséis días de risas y caminatas y abrazos. Están ahí, haciéndome compañía y llenándome de ganas y acumulando antojos. Bienvenidas sean.

Lo mejor de tener enormes ansias es la certeza, al concretarlas, de que no cambiaríamos ese momento por nada del mundo.



volvé a tu casa cuando quieras
siempre te esperan a cenar
buscando hacer pasar el tiempo
extraño el tono de su voz
creí que estaba solo y no era cierto
en este desierto sin velocidad
no te preocupes, no vuelvo hasta mañana
adonde siempre me tengo que encontrar
no queda otra que tirarnos en el pasto
sin que nadie nos moleste, no me quiero despertar
pensé que estaba solo y no era cierto
si tengo con quien quedarme a festejar
a cada uno le debe tener que tocar
como una etapa de arrepentimiento
a cada uno le debe tener que tocar
por qué te matan en tan poco tiempo

NTVG
No era cierto | Sólo de noche

Compinches

De las muchas cosas que nos hacen personas sociales, que nos enseñan a formar parte de un grupo, que nos convierten en seres capaces de compartir hay un conocimiento fundamental. Esa noción de que los espacios y las relaciones se construyen en base a méritos propios se aprende mejor y más rápido en las rondas de club cuando somos pibes.

Ahí nos encontramos cara a cara con la justicia de los iguales.

Despacito

Volví. En realidad estoy volviendo (que no es lo mismo pero es igual). Estoy acá retomando la habitualidades de mi rutina, reviviendo mis acciones cotidianas. No me malinterpretes, no reniego de mi vida de todos los días, no detesto ni sufro el devenir de mis jornadas es sólo que no soy una de esas personas que se cansan de las vacaciones. El tiempo de ocio, la falta de horarios establecidos, la ausencia de presiones, el placer de la buena compañía, las horas de juegos y risas, los desayunos eternos a las 12 del día (como muy temprano), todas cosas que me sientan de maravillas, que me hacen bien, que me alivian el cuerpo y me alegran el ánimo. Volví. En realidad estoy volviendo. No habré regresado oficialmente hasta que no encuentre el modo de responder, otra vez, una duda fundamental.

¿Por qué era que los humanos usábamos calzado y cumplíamos horarios?