Vivo deseo

Ojalá que en este día
la cena te parezca exquisita
el brindis sea a tu salud
abunden las risas y las guitarreadas
se te llene de cosquillas ansiosas la piel

Ojalá que en este año
te sobren los anhelos y proyectos
el cuerpo te duela menos y el alma casi nada
te hormigueen en los codos las ganas de cantar a los gritos
te preocupe mucho menos lo que hay que pagar
te enamores hasta el caracú
te alcance el tiempo para darte los gustos
te acuerdes de olvidarte de un par de cosas
encuentres más abrazos de los que esperabas
cada mañana te despierten las ganas de bailar

Ojalá que en esta vida

Que el maquillaje no apague tu risa,
que el equipaje no lastre tus alas,
que el calendario no venga con prisas,
que el diccionario detenga las balas,
Que las persianas corrijan la aurora,
que gane el quiero la guerra del puedo,
que los que esperan no cuenten las horas,
que los que matan se mueran de miedo.
Que el fin del mundo te pille bailando,
que el escenario me tiña las canas,
que nunca sepas ni cómo, ni cuándo,
ni ciento volando, ni ayer ni mañana
Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.
Que las verdades no tengan complejos,
que las mentiras parezcan mentira,
que no te den la razón los espejos,
que te aproveche mirar lo que miras.
Que no se ocupe de tí el desamparo,
que cada cena sea tu última cena,
que ser valiente no salga tan caro,
que ser cobarde no valga la pena.
Que no te compren por menos de nada,
que no te vendan amor sin espinas,
que no te duerman con cuentos de hadas,
que no te cierren el bar de la esquina.
Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.
Joaquín Sabina
Noches de boda | 19 días y 500 noches

Dale, vení. Empezalo cantando y vivilo bailando.
¡Feliz año!
Feliz vida

aia

20 cuadras

6 curitas

3 ampollas



Estrenar sandalias con estos pies míos es un verdadero sacrificio
(y una enorme inversión)

Trastornada

Nadie más en el mundo va a ver ese punto revés que quedó justo en la sisa del pulóver. Es obvio que ningún otro humano va a detectar en el papel impreso si el número en superíndice de la llamada y el del pie son del mismo tamaño. No caben dudas de que a ninguna otra persona le interesa si esa etiqueta quedó con el margen medio milímetro más alto que la otra (básicamente porque sólo yo las veré a las dos juntas). Entonces, ¿por qué no puedo evitar destejer tres vueltas, reimprimir las etiquetas y controlar por enésima vez el tamaño la puta tipografía?

A veces me voy al carajo con esto de los detalles.

Ganas de vos

Si hay sol y estoy en la pileta, cuando juego con la pelota en el agua, mientras tomo mates con la familia y con amigos, mientras descorcho un champán, cuando busco el helado de limón, si estoy preparando una torta, cuando voy hasta la verdulería, mientras espero que lleguen las doce para seguir brindando, cuando selecciono la música del momento, mientras canto a los gritos y bailo, mientras el agua de la ducha me reconforta con el cuerpo, si me tiro en la cama a reunirme con el sueño, mientras miro una película, cuando me llenan otra vez el vaso de cerveza, mientras pruebo el asadito y descubro que está riquísimo, cuando retomo la batalla contra las malditas chinches de agua, mientras abro regalos, cuando abrazo a quienes quiero, si charlo hasta cualquier hora, mientras la risa me sigue brotando y aunque esté bailando descalza en el pasto o porque afuera diluvia y el cielo está absolutamente oscuro.

Todo el tiempo extraño y necesito y tengo antojo. Todo el tiempo quiero abrazos y besos y mimos... nuestros.

Todos acá por favor

Que las discusiones sean divertidas.
Que los enojos sean parte del montaje.
Que los actores se salgan de rol.
Que te siente bien la borrachera.
Que las sonrisas te broten hasta por los talones.
Que las ojotas no te ampollen los pies.
Que las botellas reflejen las carcajadas.
Que las mismas anécdotas sean igual de divertidas.
Que los problemas te pesen menos.
Que las angustias declaren asueto.
Que la alegría te colme la noche.
Que te dure la felicidad un rato largo.
Que se contagien los chistes internos.
Que la ropa te haga sentir irresistible.
Que los abrazos abunden y no sobren.
Que te den ganas de reincidir en siete días.
Que sólo se rompa una copa si ya está vacía.
Que te hormigueen las ganas de entrarle de lleno a un año más.

Por el tiempo y las risas y las penas y las payasadas y las centenas de palabras y momentos compartidos desde acá.
Gracias y ¡salú!



Sueña un sueño imposible
Sueña un sueño imposible

Sumo
Noche de paz | After chabón

Textualmente Café

Porque lo escribí hace casi un año
y lo encontré de casualidad buscando otra cosa
y justo ahora hoy es importante que lo recuerde así.

La vida es un cúmulo de detalles.
Las pequeñas cosas que suceden entre dos grandes momentos son nuestros días y nuestras horas y nuestros lugares y nuestros afectos.

Así que dale, nena. Ya está. Escurrite los malos ratos y empezá a moverte otra vez. Seguí llenando de detalles tus días porque eso es, exactamente, construir tu vida. Habrá quienes quieran compartirla y quienes no. Habrá quienes sepan y quienes no. Habrá quienes acompañen sólo un rato y quienes estén muchos años. Habrá quienes entiendan y quienes no necesiten comprender para querer. Como sea. Vos dale. Que a fuerza de pequeñas cosas se cuidan los afectos y se arman los días. ¿Te acordás? La única que puede hacer algo con esta vida tuya sos vos y la única manera de hacerlo es detalle tras detalle, pie detrás de pie.

Que tanto al desastre como a la satisfacción se llega así...

de a poco.



La vida es una moneda
quien la rebusca la tiene
ojo que hablo de monedas
y no de gruesos billetes.

Mi vida es una hoja en blanco
un piano desafinado
diez dedos largos y flacos
y un manojo de palabras.

Sólo se trata de vivir
esa es la historia
con la sonrisa en el ojal
con la idiotez y la cordura de
todos los días,
a lo mejor resulta bien.

La gente sueña que sueña
la calle sigue que sigue
el taxi gira que gira
el cielo y la ancha avenida.

Los días cantan la historia
del hombre al borde del hombre
los días cantan mañanas
los días no tienen miedo.

Sólo se trata de vivir
esa es la historia
con un amor, sin un amor,
con la inocencia y la ternura
que florece a veces.
A lo mejor resulta bien.

Si nos inunda el asfalto
de sensaciones profundas
gocemos bien nuestro ahogo
que es nuestra imagen fecunda.

Juan Carlos Baglieto y Fito Páez
La vida es una moneda | 15 años

Recurso de amparo

Una covacha, un rincón separado de casi todo, un universo paralelo repleto de almohadas nube y calma y fresco y sonidos suaves de piano. Hoy necesito un refugio. Necesito charlas divertidas y mimos y mates y abrazos y canciones. Hoy esta persona que soy no puede con nada más. Digo basta, hasta acá, no quiero más, no puedo otra cosa.

Yo, hoy, acá lo único que puedo hacer es dejarme cuidar.

Algunas veces me derrumbo.
(Algunas veces hasta lo admito)



No somos más
que una gota de luz,
una estrella fugaz,
una chispa, tan sólo,
en la edad del cielo.

No somos lo
que quisiéramos ser,
solo un breve latir
en un silencio antiguo
con la edad del cielo.

Calma,
todo está en calma,
deja que el beso dure,
deja que el tiempo cure,
deja que el alma
tenga la misma edad
que la edad del cielo.

No somos más
que un puñado de mar,
una broma de Dios,
un capricho del Sol
del jardín del cielo.

No damos pie
entre tanto tic tac,
entre tanto Big Bang,
sólo un grano de sal
en el mar del cielo.

Jorge Drexler
La edad del cielo | Frontera

En voz alta 11

Porque detesto comprar pero me encanta mi tradición de detectar opciones especiales para las personas que quiero. Porque adoro el proceso de saber lo que quiero, seleccionar el lugar y encontrar exactamente lo que busco (porque en este caso siempre lo termino encontrando). Porque disfruto del ritual de envolver y preparar. Porque me gusta la sensación de tener un regalo esperando el momento adecuado. Y porque aún si no es perfecto y planeado son momentos que me alegran y me divierten y me emocionan (y me llevan bailando por la vereda).

Una de las mejores sensaciones que me puede invadir es el antojo (casi infantil) de hacer un regalo.

¿Y por casa?

Lo junás (porque ni haciéndote la linda podrías decir que lo conocés) de cuando vos eras nuevita en la secundaria y él era uno de los pibes más lindos del último año. Recreos enteros de suspiros le dedicaron tus amigas al amparo de algún rincón de la escuela. De repente, digamos quince años después, te lo cruzás en una esquina cualquiera un viernes a las 8 de la mañana. ¿Quién es ese flaco? ¿De dónde tengo yo esa cara? Sí, sí, tu cabecita maquina. Cuando finalmente unís nombre, persona y recuerdo tu media sonrisa dice carajo, que mal lo están tratando los años a este muchacho.

Nena, no te hagás la superada.
¡¡¡Todos sabemos que no pudiste evitar controlarte a vos misma en la próxima vidriera!!!



Dale, si se cuenta que en tus épocas de teenagers* has bailado esto.
(¡Y se rumorea que te sabés toda la letra!)

* sí, sí... mis asaltos o matines se llamaban así. Creeme que yo no tuve nada que ver.

Empatía

Ella ha iniciado sesión.

Ella dice:
¡Café! Cafecita...

Amigaaaa ¿¿¿estás por ahí???

Café dice:
¡Sí mamina! Hola...
¿Qué pasa?

Ella dice:
¡¡Estoy enamoraaaaadaaaaa!!

Y a mi también se me llena el cuerpo de cosquillas.



Cosa hermosa los grandes amigos.
Especialmente si tienen el coraje enorme de enamorarse otra vez.

Estado del arte

Estoy:
asqueada
harta
cansada
saturada
agotada

No estoy:
inspirada
mal humorada
activa
navideña
saludable

No ofrezco:
soluciones y remedios
planes y organización
ideas y concreción
retos y paciencia
psicología barata y zapatos de goma

Ofrezco:
música y bailes
mates y turrón de quaker
cerveza y picaditas
charlas y pavadas
margaritas y/o mojitos

Yo estoy descalza y bailando. Si querés sumarte, ¡vos dale!
No es mucho pero no es poco.

Síntoma

¡Ay de mí! Las cosas que pensé que tenía olvidadas y mi cabeza trae otra vez a la charla como si no hubiese pasado el tiempo, como si no hubiese puesto distancia, como si nunca se me hubiese pasado por alto rememorarlas. Acortando una historia larga, dejando de lado los hechos para llegar a las conclusiones, en el extremo absoluto de mi auto referencialidad (o no), recordalo, anotalo, ponelo de saludo en el celular o lo que sea pero leeme con atención. Algunas veces no está mal aprender de las experiencias ajenas.

Si de repente reaccionás y te encontrás desencajada y fumando en la ducha mientras te lavás el pelo, esa pareja tiene que terminarse... ya.

(y no, hoy no pongo música... mi maldita cabeza no deja de cantar Sergio Denis y Luis Miguel, ¡no puedo hacerte eso!)

Saquen una hoja

¿Si te aflojan un diente de una trompada (y ya sos adulto), sólo queda sacarlo e implantar o hay otras opciones?

¿Quién elije los colores y estampados de las mallas de cada temporada?

¿Por qué algunas veces me pone de buen humor que me den golosinas de vuelto?

¿Habrá algún estado mental en que seamos capaces de abstraernos por completo y considerar halago cualquier observación sobre nuestra persona?

¿Por qué insistimos con los brownies si existe el turrón de quaker?

¿Cuál es la apuesta más segura de lencería para un encuentro programado y esperado?

Susto

Empezamos los mates. Empezamos la charla. Ella no cree en San La Muerte, yo no creo en casi nada. En el devenir de la conversación, cuenta. Recuerda historias. Relata momentos. Describe actitudes. Narra desesperaciones. Ella sigue sin creer en San La Muerte pero que hay gente jodida, la hay. Yo sigo sin creer en casi nada pero que hay gente jodida, la hay. Terminamos los mates. Terminamos la charla. Nos quedamos con esta sensación de intranquilidad adentro. Creas en lo que creas, descreas de lo que sea.

Tiene que ser muy desestabilizador encontrar tu pelo, tu foto y un retazo de tela negra enterrados en tu jardín.

Aptitudes

Hay personas capaces de diferenciar penas de melodrama y abrazar los dolores y sacudir las pavadas.

Así, como si fuese fácil.

Aceptación

No tiene sentido amargarnos por cosas que no podemos evitar.





Y yo te digo Eh!
bancate ese defecto
no es culpa tuya si la nariz no hace juego en tu cara.
Y yo te digo Eh!
Bancate ese defecto
aunque te arregles las gomas nena
seguirás siendo rara.

Charly García
Bancate ese defecto | Clics modernos

Gastos e inversiones

Reviso el listado de pagos en comercios efectuados con tarjeta de débito en mi cuenta automática. En los últimos 5 meses es una repetición sistemática y perfecta de:

Empresa de transporte o combustible
Supermercado mayorista
Supermercado de la esquina de casa

Si no fuese porque todavía aparece la compra del colchón, un par de regalos y el vestido de la última fiesta estaría definitivamente deprimida. ¿Dónde están las vinotecas, las heladerías, los telos, las zapaterías y demás inversiones placenteras?

¡Esto no es vida!



Ya no cierro los bares, ni hago tantos excesos.

Joaquín Sabina
Camas vacías | Dímelo en la calle

Grietas

Entro al ascensor. Tengo cara de dormida, pelo de mucha humedad y ropa aceptable. Sin embargo, encuentro mi imagen en el espejo y siento ¡estás bastante buena!

Llega mi jefe. Me pide un trabajo específico, directamente relacionado con lo mío. Cumplo. Recibo halagos y felicitaciones y siento ¡sos bastante buena!

Así y todo, hoy, todas mis inseguridades están a flor de piel.

Sutilezas

Para absolutamente todo en esta vida hay una diferencia (importante pero no siempre fácil de percibir) entre no es el momento adecuado y no es la persona correcta.

Crecer

¿Cómo es posible que me haya pasado una cosa así? ¿Por qué nadie me consultó? ¿Quién tomó esa decisión por mí? ¿Por qué no me prestaron atención cuando lo dije clarito una y otra vez?

¡¡¡Yo no quería ser adulta!!!!



Pero si no queda otra...

Ida y vuelta

Yo sé que tengo algunos problemas para hablar de las cosas que me pasan. Muchas veces pongo todo demasiado en abstracto y hago comparaciones que, atinadas o no, poco aclaran del tema y tengo serios frenos para abrir la boca y decir, puntalmente, cuando pasa tal cosa siento esto. Lo sé, lo descubrí no hace mucho y vengo procurando no caer otra vez en ese terreno. Claro, cuando detecté el inconveniente no entendí en seguida que un punto fundamental es el otro.

Pero de repente descubro que hay personas con las que puedo hablar, así, francamente. Correr las cortinas, tumbar las paredes, dejar de lado los miles de rulos de palabras y contar mis mambos y que sigan estando ahí. Hay personas que no se espantan, que no hacen un mundo de lo dicho, que no me enredan más la cabeza ni lo convierten en un chiste. Hay quienes me ayudan a poner la distancia necesaria de esas sensaciones como para darles otra perspectiva y después, todavía están ahí para el abrazo. Esas mismas personas que son capaces de contarme sus propios miedos y recibir mi abrazo.

Isn't it nice when things just work?
¿No es agradable cuando las cosas, simplemente, funcionan?

Puntapié inicial

Hay temores o inseguridades que no se te había ocurrido pensar. No formaban parte de tu paso aleatorio de ideas hasta que un comentario ajeno los enquistó entre tus neuronas y engendró una pregunta insospechada.

Hay un momento específico en que formulás, finalmente, esa interrogante en voz alta. Quizás evaluaste las posibles respuestas y resolviste hacerles frente. Quizás preguntás desde la inconsciencia de suponer que sólo recibirías una carcajada.

Hay un instante en que, sea como sea, la respuesta te desestabiliza. Replanteás, repensás, recordás, evaluás cientos de palabras y gestos y reacciones. Después, puede que vuelva la calma o puede que sigan los temblores, puede que quede la sombra o puede que se desgrane otra vez la intriga.

¿Es cosa de mujeres o nos pasa a todos?



No tengo a quien rezarle pidiendo luz,
Ando tanteando el espacio a ciegas.
No me malinterpreten,
No estoy quejándome.
Soy jardinero de mis dilemas.

Jorge Drexler
Hermana duda | 12 segundos de oscuridad

Marca personal

Muy a menudo llega a Desayunos en pantuflas alguien buscando un fragmento textual de mis post. Yo no sé a qué se debe eso. No logro decidir si es alguien amigo que busca para saber si otro está posteando mis palabras en otro lugar, si es alguien que sospecha que mis palabras no son mías y que las tomo prestadas o alguna otra alternativa que ni soy capaz de pensar.

Al principio, cuando empezaron a aparecer esas búsquedas, las seguí, por supuesto. Encomilladas en google, cada conjunto de palabras aparece sólo en este blog. Entonces, cada vez, me asombro. Me resulta increíble que usando el mismo idioma para hablar los mismos temas seamos capaces de generar expresiones tan únicas y personales.

Eso es firma y no el garabato en el dni.

Pares

El rock sin bajo sería una porquería insulsa.

La vida sin piel sería una monotonía desabrida.

Alteración de la realidad

Las hormonas son como el alcohol.


En exceso logran que cualquiera parezca potable.

Entendé una cosa

Hoy no es el día.

No me sequés la cabeza con el centimetrito de margen para no se qué pelota. No pretendas que yo sepa, a distancia, como cuernos funciona tu endemoniada impresora (y jodete por no consultarme y comprarte una que es más una puteada que una marca). No me llames cada dos minutos. No me pidas un archivo si necesitás otro. No me llames cada dos minutos. No me preguntes cómo, en el maldito universo paralelo en que te movés, funcionan (o, mejor dicho, no funcionan) las cosas. No me llames cada dos minutos. No esperes que solucione tus problemas en 5 minutos (y menos si me llamás cada dos). No me consultes por enésima vez y con voz de cordero degollado cuál es la nomenclatura para el papel. Aprendé, infeliz. Oficio, legal, B5, no puede ser tan difícil. No insistas, si recibí el material hace media hora el trabajo todavía no está terminado (y menos, claro, si seguís llamando cada dos minutos). Haceme caso, hoy no me busques.

No, nene, no. No sos lo más importante del universo y zonas aledañas. Sos un mamerto (con muchas erres) desconsiderado y molesto y hasta el momento tenés en tu haber toda una serie de insultos variados, enormes deseos de dolor físico intenso, toneladas de desdichas y un par de guampas alevosas.

Detesto cuando la ineptitud ajena y el malestar físico interrumpen mi felicidad. Especialmente hoy. No sé si quedó claro.

Hoy no es el día.

En cualquier momento me aboco de lleno al armado y distribución de molotov y otros explosivos caseros.
¿Alguna objeción?