Entre miércoles y jueves no cambia nuestra vida. Esta noche vieja y esa mañana nueva no suponen cambios automáticos en nuestro mundo. Sin embargo, vale (y cómo vale) sumarse una vez más al festejo. Dejar en la puerta las penas y las tristezas por un rato y sentarnos a una mesa rodeada de gente que queremos. Mucha o poca, no es cuestión de cantidad. La idea es no sea una cena más.
Una reunión con amigos, un encuentro de familia, una cena en pareja. Sea como sea que prefieras empezar este año nuevo ojalá se te pinten muchas sonrisas con el correr de las horas. Y brindemos pero no porque lo dice la tradición. Brindemos porque siempre hay razones para levantar la copa, para festejar, para agradecer y para disculpar, dejar atrás y superar.
Una reunión con amigos, un encuentro de familia, una cena en pareja. Sea como sea que prefieras empezar este año nuevo ojalá se te pinten muchas sonrisas con el correr de las horas. Y brindemos pero no porque lo dice la tradición. Brindemos porque siempre hay razones para levantar la copa, para festejar, para agradecer y para disculpar, dejar atrás y superar.
Vení, bailemos este día y esta noche (y todos los días y todas las noches) con los mejores deseos que puedo regalarte.
Que el maquillaje no apague tu risa,
que el equipaje no lastre tus alas,
que el calendario no venga con prisas,
que el diccionario detenga las balas,
Que las persianas corrijan la aurora,
que gane el quiero la guerra del puedo,
que los que esperan no cuenten las horas,
que los que matan se mueran de miedo.
Que el fin del mundo te pille bailando,
que el escenario me tiña las canas,
que nunca sepas ni cómo, ni cuándo,
ni ciento volando, ni ayer ni mañana
Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.
Que las verdades no tengan complejos,
que las mentiras parezcan mentira,
que no te den la razón los espejos,
que te aproveche mirar lo que miras.
Que no se ocupe de tí el desamparo,
que cada cena sea tu última cena,
que ser valiente no salga tan caro,
que ser cobarde no valga la pena.
Que no te compren por menos de nada,
que no te vendan amor sin espinas,
que no te duerman con cuentos de hadas,
que no te cierren el bar de la esquina.
Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.
Joaquín Sabina
Noches de boda | 19 días y 500 noches
Que el maquillaje no apague tu risa,
que el equipaje no lastre tus alas,
que el calendario no venga con prisas,
que el diccionario detenga las balas,
Que las persianas corrijan la aurora,
que gane el quiero la guerra del puedo,
que los que esperan no cuenten las horas,
que los que matan se mueran de miedo.
Que el fin del mundo te pille bailando,
que el escenario me tiña las canas,
que nunca sepas ni cómo, ni cuándo,
ni ciento volando, ni ayer ni mañana
Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.
Que las verdades no tengan complejos,
que las mentiras parezcan mentira,
que no te den la razón los espejos,
que te aproveche mirar lo que miras.
Que no se ocupe de tí el desamparo,
que cada cena sea tu última cena,
que ser valiente no salga tan caro,
que ser cobarde no valga la pena.
Que no te compren por menos de nada,
que no te vendan amor sin espinas,
que no te duerman con cuentos de hadas,
que no te cierren el bar de la esquina.
Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.
Joaquín Sabina
Noches de boda | 19 días y 500 noches