No, no, no... los correos los toleraba apenas. Los sms te pedí expresamente que los evites. Después de esa charla no volví a dirigirte una palabra de ninguna manera. Las flores me enfurecieron. ¿Ahora bombones? ¿Otra vez a mi trabajo?
Que abuses de mi paciencia es desconsiderado. Que seas incapaz de ubicarte un poquito alguna vez y no te importe arruinarme un día contento... exaspera
Ella: A mi también pero porque en este lugar me dieron mi primer beso.
Él: ¿En serio? que casualidad.
Ella: Era tan inocente, creía en el amor para toda la vida...
Él: No dejaste de creer en el amor si después de tantos besos todavía te acordás del primero.
Hoy no hablo de las teorías del primer amor, de no saber lo que puede doler, de querer sin barreras ni cicatrices. En otro momento, si junto ganas y la memoria me ampara, relato recuerdos de muchos años. Demuestro como uno puede dejar de amar pero no olvidar, como deja de doler pero quedan marcas, como cambiamos pero seguimos iguales...
Hoy, la persona que me dio mi primer beso cumple años. Yo soy de las que escuchan y arman bases de datos. Hay detalles que no se borran (para bien o para mal). Paradójicamente, como si todo indicara que uno sigue en movimiento constante, hace un rato saqué mi carnet de conductor... No pude no recordar esta publicidad.
Ella: Pero mirá como terminé
Él: Si ya terminaste, entonces podés volver a empezar...
Hace exactamente 10 años este día caía sábado. Entonces, pienso, debo haberme levantado mucho más tarde que hoy. Hace una década, en un par de horas o recién a la tarde (quién recuerda) nos íbamos a encontrar. Habíamos quedado en vernos (eso sí lo recuerdo), como si fuese cualquier otro día, cualquier otro sábado. Olvidé la ropa pero no olvido la tarjeta (o debería decir carta). Sé que hubo más gente pero el lugar se me escurre de la cabeza. Recuerdo el regalo pero olvido la cena.
Hace exactamente 10 años atrás vos cumplías dieciocho años. Hace exactamente 10 años atrás yo empezaba a desenamorarme de vos.
No supimos hacerlo en colores pero lo intentamos. Feliz cumpleaños criatura
Si un hombre al que querés te acaricia la cara con las dos manos, despacio, dibujando tus rasgos con la yema de sus dedos logra que, al menos por esos instantes, creas en el amor.
Reforma sí, reforma no, ese es uno de los temas del momento. Terminé mi jornada de ayer incorporando elementos acerca de la Constitución Provincial de Santa Fe. Está desactualizada, eso lo sabía. Es del año 1962, eso también lo sabía. Desconocía que, en realidad, es demasiado similar a la constitución italiana de 1947. Eso me sorprendió. Viejas estructuras, proyectos nuevos o reflotados. Nuestra provincia tiene grandes decisiones por delante.
En el viaje escuchamos radio. Más dilemas. General Motors, los despidos, las exenciones fiscales, los compromisos de algunos senadores, las sospechas de dinero por debajo de la mesa, los problemas de los trabajadores, las más de 500 personas que recibieron, repentinamente, un telegrama. El mercado por sobre la sociedad, la sociedad primero, en qué lugar el Estado. Más decisiones grandes por tomar.
Los municipales de Santa Fe insisten con el paro. Ayer y hoy, 48 horas más de reclamos. Ellos aseguran que no aceptarán un aumento menor al exigido. Los intendentes y presidentes comunales afirman que no es posible de momento. Fondos provinciales, coparticipación nacional injusta, pactos fiscales, país federal sí o no, autonomía local. Autonomía de derecho y de hecho. Conciliación obligatoria, pago de la jornada sí o no. Siguen las decisiones.
En el país empezó el debate por el sistema previsional. Oficialmente, en la Cámara de Diputados. Proyecto oficial, sí o no. Proyectos propios, sí o no. Sistema público, privado, mixto. Intangibilidad de los fondos. Haberes mínimos, ajustes, 82% del sueldo básico. Ley sí, ley no. Riesgos, análisis, opiniones, posiciones, posturas, debates, ideas, palabras. Decisiones, más decisiones.
Sin embargo, en la televisión, en los diarios, en la radios, en los portales de internet, en la mesa de casa, en el mostrador de la panadería, en la cola del banco, en la puerta de la escuela, en los pasillos de la facultad, en la cocina del trabajo la palabra más pronunciada en las últimas horas debe ser Maradona. El 10 sí o no. Aparentemente, esa es la decisión.
Más allá de la política, más acá del fútbol, justo en la vida de cada uno, ¿tomamos las decisiones o las tapamos con algún tema colorido e intrascendente? Los argentinos, ¿tenemos el gobierno que merecemos?
humo la sensación de que dicen el todo y es sólo un mendrugo como un escudo que frena el empuje como una brizna que ciega los ojos como el decoro insondable del hule detrás detrás del humo verás todo lo que importa
El mundo se divide entre los que hablan y los que escuchan.
Conozco gente que tiene una facilidad asombrosa para hablar de si misma. Personas que no tienen grandes frenos, que son capaces de exteriorizar sus estados de ánimo sin paredes ni pudores. Son los que insultan a viva voz, los que lloran desconsoladamente, los que tienen un mal día manifiesto, los que cantan, bailan, silban, sonríen de modo evidente cuando están felices.
Habemos otros humanos a los que demostrar la sensación exacta en el momento preciso nos resulta mucho más complejo. Necesitamos un clima más propicio, más intimidad, más confianza. Tampoco vamos a ser extremistas y decir que jamás se nos nota una emoción momentánea pero lo cierto es que hay que prestarnos más atención para descubrirlas.
Los que somos menos espontáneamente demostrativos creemos que todo el mundo tiene indicios poco evidentes de lo que sucede. Entonces andamos por la vida escudriñando al interlocutor. Archivamos las frases, las fechas, los gustos y demás de la otra parte para armar una sólida base de datos que nos permita dilucidar, en otro momento, cómo está esa persona. Escuchamos atentamente cada palabra y le damos valor, mucho valor... demasiado.
La gente que habla vuelve las cosas más sencillas. Dice lo que necesita cuando lo espera, cuenta lo que siente cuando sucede, aclara lo que ofende cuando duele y calla lo que no interesa cuando es irrelevante. Si todos fuésemos así no harían falta las bases de datos. Cada uno diría, el día antes de navidad, yo prefiero ensalada de frutas en vez de esperar que otros lo recuerden. Anunciaríamos nuestros cumpleaños durante la semana previa y vociferaríamos qué posibles regalos nos harían sentir bien y así con casi todas las cosas importantes de la vida.
Tengo una muy buena amiga con la que nos conocemos profundamente desde la segunda charla. No sé cómo lo hacemos, ella tampoco. Lo cierto es que sin siquiera vernos, sabemos cómo estamos. Ella sabe cuándo necesito descomprimir, yo recuerdo las cosas que ella no debería olvidar. Ella me pelea por nimiedades y de manera idiota cuando tengo un día terrible (finalmente exploto y descargo todo aquello que me molestaba), yo le ayudo a mantener el equilibrio en sus relaciones con las otras personas.
Ella es de las que hablan, yo soy de las que escuchan. Cuando estamos separadas nos cuesta mucho mantener la perspectiva. Cuando nos juntamos logramos un equilibrio dinámico difícil de igualar. El mundo se divide entre los que hablan y los que escuchan. El mundo se armoniza entre los que escuchan y los que hablan.
Año 1999. Boliche en mi ciudad natal. Grupo de amigas. Recital de Los Caballeros de la Quema. Después, noche habitual. Sobre el final, 3 de nosotras ya de salida. Flaco extraño que se acerca y se para frente a Hermana. Hermana, que siempre tuvo un malhumor envidiable para estas cosas, intenta esquivarlo. Flaco la toma del brazo. Diálogo:
Flaco: quedate. Hermana: ... Flaco: ¿vos sabés quién soy yo? soy el bajista* de Los Caballeros. Hermana: si, y soy Madonna.
Esquivamos. Salimos. Nos fuimos.Ni siquiera nos reimos. No podés encararte una mina con esa línea, no da.
O hay demasiadas groupies o este flaco era muy idiota.
* podría ser otro "caballero", el ruido hizo interferencia, pero sí era un integrante de la banda.
Después de una charla de no quise, no quiero y no voy a querer nada con vos, después de un mes de correos electrónicos y sms no respondidos, que me despierte un mensaje tuyo a las 9 de la mañana de un domingo ya no asusta... enoja.
Si tenés un blog pueden pasar 2 cosas: que sea privado o que sea público.
Si es privado no pasa nada pero si es público pueden pasar 2 cosas: que permitas comentarios o que no lo permitas.
Si no permitís los comentario no pasa nada pero si los permitís... entonces dejate de joder.
No pongas la opción de moderarlos y sacá las letritas de comprobación.Es molesto, muy molesto tener que tipear letritas de comprobación y es feo cuando escribís algo y no aparece y chau posibilidades de interacción entre comentaristas. Tanto que, por lo general, los lectores nos desanimamos.
Que el final de esta historia, enésima autobiografía de un fracaso, no te sirva de ejemplo, hay quien afirma que el amor es un milagro Luis Eduardo Aute | Sin tu latido
Si un amigo de un ex al que no ves desde hace años te confiesa por msn que todavía recuerda tu jean clarito con el bolsillo bordado y la remerita blanca, te vas a quedar un buen rato pensando en él (con sonrisa y todo).
(...) gracias a dios el tango nos unifica qué más nos unifica no entiendo esta unidad algunos ficheros tal vez el procedimiento es sencillo se toma un mostrador se pone detrás un funcionario un funcionario es un hombre que fuma y delante surge espontáneamente una cola vea señor lo fundamental es llenar el formulario aquí los papeles son la realidad ir a los papeles significa ir a la realidad papeles son papeles flor de ontología papeles cantan qué poético mirá que te hago la boleta qué susto pero después ay se me quemaron los papeles nuestras cosas empiezan en una corazonada y terminan en un expediente hay tantos expedientes al final todo parece nada el portafolio es el verdadero símbolo nacional no el gorro frigio como Sísifo con su roca cada argentino con su portafolio por fuera cuero de vaca por dentro expedientes de vacas (...)
Cesar Fernández Moreno | Argentino hasta la muerte
Tener una reunión que ocupe toda la tarde de sábado y que ese mismo día haya que adelantar una hora los relojes puede hacer que el fin de semana resulte ingratamente breve.
El peor problema de que los amigos de mis amigas sean mis amigos aparece cuando, vaya uno a saber por qué, nosotros no nos acercaríamos naturalmente a esa otra persona. Si los humanos fuésemos números podríamos fácilmente decir que si A quiere a B y B quiere a C... Bueno, eso no siempre sucede.
En mi entorno hay algunas situaciones como esa. Afectos que eligieron personas que quiero mucho y que yo debería querer pero apenas logro tolerar. Sé que si los conociera en otro contexto no les daría ni mi teléfono pero están presentes en momentos importantes de mi vida. Sin embargo, en vez de verlos como compañía me suenan a colados.
Si la lógica indica que deberíamos caernos bien, ¿por qué me cuesta tanto esfuerzo tenerlos cerca?
Finalmente logramos juntar a la familia para festejar los 80 de la Abu. Pasen y vean:
La Abu: La de 90 va a ser de disfraces... y al que venga le regalaremos sidra y pan dulce!
Café: noooo tía! ustedes están en otro nivel... Tía Abuela: y, si... por acá abajo. Abu: pero no! estamos cada vez más arriba Tía Abuela: claro! el problema es si no nos reciben allá arriba! Abu: ah, nooo. Si no me reciben yo les armo un piquete.
Hermana: ¿estamos hablando de fútbol o de Perón?
Tío (hermano de Madre): así, ¡sacame una foto apretando!
Tía (cuñada de Madre): ¡che, pobre chica! ¡no es fácil ser instrumentista y fotógrafa al mismo tiempo!
Novio de Hermana: Abu, al final va "hasta la victoria siempre", sino se diluye el efecto!
Padre: ¡eh! en esa época hasta en la cancha se hablaba de la guerra: "vea, vea, vea, a boca no lo paran ni los tanques de corea"
Madre: si está rica la hice yo! si salió fea es creación colectiva...
Hermano: ¡a ver si logramos una foto rescatable!
Prima: ¡la décimo segunda es la vencida!
Cuñada (esposa de hermano): ....... (es una mujer de pocas palabras)
"Hola corazón, si mañana andás por acá y andás con tiempo nos juntamos a tomar algo? besos"
A principios de septiembre reapareciste para contarme lo espléndida que estaba tu vida desde hace casi un año.
Ayer recibí otro mensaje tuyo.
Sabés que voy a ir. Sé que vas a jactarte de las tres o cuatro gurisas que se pelan por vos abiertamente. Sabés que eso no me importa. Sé que lo sabés. Sin embargo la actitud me jode.
Enterarme de que estás bien, de que las cosas están finalmente resultando como querías me pone contenta por vos. Que no seas capaz de reconocer que yo te ayudé en mucho para que así sea me demuestra una vez más que tomé una buena decisión.
No me viste cuando me tenías. No me viste cuando me perdías. No te importó lastimarme cuando estábamos juntos. No te importa lastimarme ahora.
Soy yo la que decidió estar sin vos. Elegí bien. Seguí participando, esta vez no me vas a hacer daño. No pienso permitírtelo. Enterate, todos los vales de error ya los gastaste hace rato. Ahora sólo voy a interpretar dignamente el rol de ex.