lunes, junio 24, 2013

Pata (y no de conejo)

Que es mala suerte, que trae malos augurios, que se rompe el encanto, que es peor (mil veces peor) que pasar por debajo de la escalera, entregar la sal de mano en mano, romper un espejo y brindar con agua, todo junto. Que eso no se hace, que no conviene, que no es astuto. Desde que mi memoria archiva me han dicho y repetido, hasta el cansancio mismo, que no se festeja el cumpleaños ante de la fecha.

Y yo, que no creo en la suerte pero sí en los designios de los astros, esta vez y con razones que se me antojaron contundentes, festejé antes. Tanto antes que no alcanzó con esperar hasta después de 12 para cantar y brindar. Tanto antes que sirvió de excusa para celebrar con dos amigos más. Tanto antes que me regalé un cumpleaños de 48 horas.

Porque siempre estoy dispuesta a celebrar mi vida, porque insisto en que los saludos valen durante toda una semana, porque me encantó la idea de aprovechar los feriados preparando tortas y catando vinos, porque se me antojó pero, por sobre todas las cosas, porque nada me provoca tanta alegría como festejar, en un mismo momento, también la vida de dos amigos a los que quiero tanto.

Y entonces nos dedicamos a juntarnos, a ponernos de acuerdo, a preparar comidas ricas, a elegir regalos, a aprovechar todas las oportunidades que le robamos a cada día para ir festejando de a poquito y a regocijarnos entre todos por haber nacido, por haber crecido, por habernos encontrado, por habernos elegido y por compartir las alegrías.

Ahora sí, bienvenido cumpleaños mío. Te estábamos esperando con ansias.

¡Hoy es mi cumpleaños!
Recibo regalos.




No quiero morir de viejo No quiero que la vida se canse de mí
No quiero que algún día
El espejo me pase factura de lo que no di.
Y no quiero morir en misa
Prefiero morir de risa en alguna ocasión
No quiero ser noticia
Por no haber estrenado nunca el corazón
Prefiero vivir y viajar con el viento
Prefiero morirme en algún orgasmo a destiempo

No quiero vivir de recuerdos elegantes
No quiero morirme sin haberme muerto antes
No quiero jugar a tu espalda
No quiero llenarme la boca de fidelidad
No quiero vivir en concreto
No quiero firmar un decreto de conformidad
Prefiero vivir sin respuestas obvias
No quiero abrigo cuando afuera hace calor
Prefiero cartas de amor sin novias
Prefiero novias sin cartas de amor
Prefiero vivir y viajar con el viento
Prefiero morirme en algún orgasmo a destiempo
No quiero vivir de recuerdos elegantes
No quiero morirme sin haberme muerto antes

Adrián Berra
No quiero | Mi casa no tiene paredes